«El consumo de alimentos balanceados en Venezuela está muy deprimido. Las fábricas de alimentos balanceados están trabajando a 50% de su capacidad instalada», aseguró el productor agropecuario y directivo del Fondo para el Desarrollo de la Soya (Fondesoya), Ramón Elías Bolotín.
El también ingeniero agrónomo recordó que anteriormente en Venezuela se consumían 5.000.000 de toneladas de alimentos balanceados: pollo, gallina ponedora, cerdo, vaca lechera, perrarina y cachamarina. Ahora el consumo se ubica a la mitad, 2.500.000 toneladas.
«Como el consumo de embutidos, pollo, huevo y leche ha bajado en Venezuela, en esa misma proporción la demanda por parte de los animales de alimentos balanceados ha bajado», señaló el presidente de la Asociación de Productores de Portuguesa.
Bolotín detalló que la base de los alimentos balanceados es aproximadamente entre 60% y 65% de maíz amarillo, entre 25% y 30% de soya y 10% de minerales, vitaminas, secuestrantes y demás aditivos.
Sin embargo, el directivo de Fondesoya enfatizó que «Venezuela siempre ha sido deficitaria en más de 50% de maíz amarillo y en más de 95% de soya en la materia prima y como el consumo ha bajado, la proporción de maíz amarillo y de maíz de soya nacional en la ración alimenticia ha aumentado».
Se está sembrando y produciendo soya en Monagas, Anzoátegui y Portuguesa
A pesar de las dificultades económicas que enfrenta Venezuela, el productor e ingeniero agrónomo resaltó que ahora se produce soya en el oriente del país, que alcanza aproximadamente 10% de los requerimientos nacionales.
«El cultivo de soya en Venezuela prácticamente está en la mínima expresión, pero recientemente ha habido muy buenas experiencias de producción de este rubro en los estados Monagas y Anzoátegui, donde aproximadamente se están sembrando unas 20.000 hectáreas y se está produciendo alrededor de 50.000 toneladas de soya», expresó el director de Oleaginosas de Fedeagro.
De acuerdo con Ramón Elías Bolotín, la soya es un ingrediente imprescindible en la ración de alimentos balanceados para animales, «no tanto como el maíz amarillo, que a veces se puede sustituir por soyo, sorbo, afrecho o por algunos subproductos, pero la soya prácticamente es un ingrediente insustituible».
Además, «su proporción varía de 20% a 30% dependiendo del animal a alimentar: cerdo inicio, cerdo crecimiento, cerdo remate, si es pollo, ponedora, pollo pequeño, vaca lechera. Dependiendo de cada formulación, lleva una concentración de soya específica», afirmó Bolotín.
A esto se le suma, que también hay una producción importante de maíz amarillo que está cubriendo buena parte de los requerimientos nacionales. «Esto habida cuenta de que la producción de alimentos balanceados bajó de 5 millones de toneladas a 2 millones y medio de toneladas».
Bolotín aseveró que la soya es el segundo ingrediente más importante de los alimentos balanceados, después del maíz amarillo, debido a que «la soya es la única leguminosa que tiene los nueve aminoácidos esenciales para la elaboración de alimentos concentrados para animales, por eso es tan importante la soya como proveedor de proteínas en los alimentos balanceados».
Retos del sector para 2023: aumentar la producción
El directivo de Fondesoya comentó que uno de los retos que tiene el sector para 2023, es continuar aumentando la producción en el país, con el objetivo de «lograr el autoabastecimiento de Venezuela y, sobre todo, de soya, donde estamos muy por debajo de los requerimientos nacionales».
El estado Portuguesa tampoco se queda atrás para impulsar la producción de soya en el país. «Hay iniciativas para sembrar en este invierno 2023, unas hectáreas de soya, no es mucho, pero sí es significativo porque de alguna manera también se retoma la producción de soya en el occidente del país, que es una zona donde potencialmente puede desarrollarse muy bien este cultivo», añadió Bolotín.