La posibilidad de poder utilizar las tarjetas de débito y crédito internacionales para el pago de bienes y servicios está comenzando a tropezar con algunas trabas por parte de ciertos comercios, señala Exclusivas Económicas.
La explicación, de acuerdo con el reporte, es que al no tener el Banco Central de Venezuela una cuenta custodia, la transacción realizada dentro del país queda como una cuenta por cobrar en balance a la espera de recibir los bolívares del ente emisor, cuyo proceso de compensación es más lento.
“Una fuente consultada señaló que si bien la autorización es inmediata, hay un pequeño retraso en la liquidación de los bolívares que puede llevar a que el tipo de cambio varíe y el comercio reciba menos bolívares”, agrega Exclusivas Económicas.
Esta situación, advierte la publicación, se está presentando debido a la hiperinflación y a la imposibilidad de estabilizar la devaluación del bolívar.