A pesar de que hace dos días, el 14 de noviembre, se celebró el Día Mundial de la Diabetes, la realidad de quienes padecen esta enfermedad en el país es descrita como “cruda y ruda” por el presidente de la Sociedad Venezolana de Endocrinología y Metabolismo (SVEM), Roald Gómez.
Según la Organización Mundial de la Salud 420 millones de personas en el planeta tenían diabetes hasta 2017, y la estimación es que en 2035 la cifra aumente a 700 millones de personas
Para conocer a qué se enfrentan los venezolanos que viven con esta patología en HispanoPost entrevistamos Gómez.
-¿Cuántos venezolanos padecen diabetes?
-En Venezuela los datos son muy variables. Desde los últimos años no existen buenas estadísticas en cuanto a las enfermedades y patologías que padecen los venezolanos. Sin embargo, para 2017 la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó oficialmente que en Venezuela existe un 6% de prevalencia de diabetes en la población. Ese mismo año la Sociedad Venezolana de Medicina Interna publicó un estudio analizando siete estados venezolanos y se dictaminó que 13% de la población venezolana padecía diabetes y este fue un estudio bastante serio y con resultados fidedignos. Por esta investigación afirmamos que en la población venezolana 13% tiene diabetes
-¿Desde la SVEM manejan información de cuáles son las zonas del país con mayor incidencia de diabetes?
-Los estados más afectados son los andinos, siendo Mérida y Táchira los de mayor repunte, e igualmente los estados costeros del país.
-¿Cuál es la realidad actual de una persona con diabetes en Venezuela? ¿Las consecuencias de la pandemia los han afectado de alguna manera?
-Este año la OMS y la Federación Internacional de Diabetes se concentraron en investigar cómo es la asistencia médica de los pacientes diabéticos y concluyeron que la mayoría de la población que tiene esta enfermedad no solo en Venezuela, sino en todo el mundo, no tiene acceso directo al médico ni al tratamiento.
En Venezuela algunos años atrás existían los denominados club de diabetes, donde los pacientes eran atendidos y se les entregaban los medicamentos y las insulinas. Esta acción ayudaba de cierta manera a mantener un buen control de enfermedad, pero en los últimos años prácticamente esto ha desaparecido y en Mérida prácticamente no existen los club de diabetes, no se entregan medicamentos y no se hace asistencia médica a pesar de ser uno de los estados con más casos. En consecuencia, el paciente tiene que costearse todo, incluyendo la consulta, los tratamientos y los exámenes. Por ello, en muchos casos su enfermedad deja de ser atendida.
A partir de 2020, cuando inició la pandemia, muchos centros hospitalarios se convirtieron en hospitales centinelas y fueron cerradas las consultas especializadas. Los pacientes terminaron siendo atendidos en medicina interna y en endocrinología y prácticamente no se atendieron y no se atienden.
-¿Cuánto requiere cada paciente para poder atender esta enfermedad?
-En estos momentos la realidad del paciente diabético es bastante cruda y ruda en el sentido que tiene que costearse todo y solo en medicamentos necesitaría como mínimo 200 bolívares de los actuales (equivalente a 44,5 dólares) para cubrir ligeramente el tratamiento, sin contar con los gastos que equivalen a los exámenes de laboratorio periódicos y a una consulta médica que se escapa de las manos a cualquiera que viva de una pensión o de un sueldo mínimo.