El intestino humano es considerado por los expertos como el segundo cerebro, éste contiene una muy compleja microbiota (pool de microorganismos benéficos y flora normal del intestino), la cual desempeña un papel de suma importancia para nuestra salud.
Una alteración de esta flora está vinculada con ciertas enfermedades o patologías tales como: inflamación crónica, enfermedad autoinmune, asma, autismo, cáncer, enfermedad celíaca, eczemas, salud cardiovascular, u obesidad.
El estrés, los estilos de vida poco saludables, y lo más importante, las dietas altas en grasas, destruyen nuestras cantidades naturales de microorganismos.
En efecto, para mejorar y balancear la flora intestinal, la opción de incluir probióticos en forma de suplemento cobra una gran importancia. Como vemos, estamos expuestos a una infinidad de agentes contaminantes y toxinas.
Actualmente es conocido que los probióticos no sólo ayudan a la digestión sino que, además, desempeñan otras funciones muy importantes para el organismo. Entre esas funciones está mejorar el estado de ánimo y bienestar en general de la persona, promover el sistema inmune, restaurar el tracto Intestinal y evitar enfermedades.
Así que, es muy importante comprobar que el suplemento contiene suficiente cantidad de las cepas bacterianas. Se deben administrar al menos de 2 a 10.000 millones de microorganismos a diario para que realmente ayuden a mantener la salud intestinal. Es importante que aumentes progresivamente las dosis, es decir, comienza de menos a más, mientras prestas atención como responde tu cuerpo.
Los probióticos más indicados y usados en el mercado son los que contienen las siguientes cepas bacterianas: Lactobacillus acidophilus, Rhamnosus, Lactobacillus casei, Lactobacillus reuteri.Bifidobacterium bifidum. Bifidobacterium longum.
Es el Lactobacillus Acidophilus el más fuerte de nuestros combatientes probióticos. Los estudios demuestran que L. acidophillus es como un antibiótico natural en nuestro cuerpo que tiene la capacidad de producir una acción antimicrobiana contra los patógenos en los alimentos que comemos, el aire que respiramos, y el resto de elementos del entorno que entran en contacto con nosotros.
Muchos alimentos tradicionales disponibles alrededor del mundo naturalmente contienen probióticos, facilitando la ingesta de probióticos de forma natural. Estos alimentos incluyen el kéfir , yogur, kombucha, tempeh, chucrut, kimchi , miso, entre otros. Siempre prestando atención a sus efectos secundarios, tanto positivos como negativos.
Para terminar, tenemos mucho que aprender sobre la mejor manera de administrar los probióticos, actualmente se sabe que ninguna dosis de probióticos dentro de tu intestino permanecen en allí para siempre. Lo recomendable sería consumirlo a diario y a repetidas dosis, sobre todo de forma natural a través de los alimentos, pero los suplementos solo cuando se necesiten y sean indicados por un profesional.
Si se reconstruye la flora intestinal con probióticos de alta calidad, bien sea en forma de suplementos o alimentos naturales y, a la vez, se adopta una alimentación saludable, un buen manejo del estrés, acompañado de ejercicio regular, se puede conseguir revertir ciertas patologías o enfermedades, así como prevenir su futura aparición, además de aumentar la inmunidad local y mejorar la absorción y aprovechamiento de los nutrientes consumidos a través de la dieta.