“La inversión pública se detuvo en Caracas hace 40 años y la ciudad se empezó a deprimir”

Las obras que se iniciaron para la recuperación de la Ciudad Universitaria de Caracas (CUC), como parte de un acuerdo entre el gobierno de Nicolás Maduro y las autoridades de la Universidad Central de Venezuela (UCV), han llevado las discusiones entre expertos no solo sobre el tema de preservar el legado del arquitecto Carlos Raúl Villanueva, sino también acerca del rezago en edificaciones e infraestructura públicas de al menos 40 años que afronta la capital.

“Hay el prejuicio de que Caracas lo tiene todo y se debe construir en el interior, pero esa es una percepción errada y es una falacia que se le dan más recursos”, sostiene Pablo Molina Ríos, arquitecto y director del Consejo de Preservación y Desarrollo (Copred), que es una dependencia adscrita a la UCV y que tiene como responsabilidad velar a la CUC como Patrimonio Mundial declarado por la Unesco a finales de 2000.

Molina Ríos señala que el deterioro del campus de la UCV en Caracas forma parte de esa desinversión en la ciudad, que se inició desde mediados de los años 80, prácticamente podría decirse que es una consecuencia del “Viernes Negro” del 18 de febrero de 1983 cuando comenzó la inestabilidad económimca en Venezuela.

El director de la Copred elogia las obras que inició el Ejecutivo nacional en 2021, las cuales se están ejecutando a través de la Comisión Presidencial para la Recuperación de la UCV, obras que si bien muestran coordinación entre representantes gubernamentales y autoridades universitarias, no han escapado de momentos de tensión y de la polarización política que ha existido en el país desde que el chavismo llegó al poder hace más de 22 años.

“El Gobierno debe cumplir su obligación ante la Unesco, que es garantizar los recursos necesarios para el mantenimiento, la preservación y el desarrollo de la CUC. Tiene que cumplir y aún con estas obras, aún no ha cumplido”, afirma Molina Ríos.