El principal general de Sudán anunció el viernes el compromiso del ejército con vistas a un gobierno civil, en un intento para conseguir apoyo internacional días después de que una brutal lucha entre sus fuerzas y un poderoso grupo paramilitar hicieron añicos las esperanzas de una transición del país hacia la democracia.
En su primer discurso desde el conflicto en el que ha quedado envuelto Sudán desde hace casi una semana, el jefe del ejército, Abdel Fattah Burhan, prometió que las fuerzas militares prevalecerán y garantizarán la “transición segura hacia un gobierno civil” en la vasta nación africana.
Sin embargo, para muchos sudaneses, el mensaje de Burhan fue únicamente palabras huecas 18 meses después de que sumara fuerzas con su actual rival para hacerse del poder en un golpe de Estado que ha dejado de lado a las fuerzas democráticas del país.
Burhan hizo su anuncio durante el feriado islámico del Eid al-Fitr, con el que se conmemora el fin del Ramadán y su respectivo mes de ayuno.
“Tenemos confianza en que superaremos esta adversidad mediante nuestra preparación, sabiduría y fortaleza”, declaró Burhan, que se comprometió a preservar “la seguridad y unidad del Estado”.
El feriado, normalmente lleno de oraciones, festejos y ayuno, fue sombrío en Sudán debido a los disparos que se escuchaban en la capital, Jartum, y la enorme columna de humo que se divisaba a la distancia en el horizonte.
“En lugar de despertarse con el llamado a oración, la gente en Jartum volvió a despertarse con la fuerte lucha”, dijo el embajador de Noruega en Sudán, Endre Stiansen. “¿Hay algún infierno más horrible que éste?”
Las mezquitas celebran oraciones matutinas dentro para proteger a los devotos de la intensa lucha. La violencia ha dejado al momento 413 muertos y 3.551 heridos, según la cuenta más reciente de la Organización Mundial de la Salud.
La cifra incluye al menos nueve niños muertos y 50 heridos en la lucha, dijo el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
Fuente: AP