Una pista: Es un pasapalo indispensable en cada evento o fiesta venezolana, ahora extendido por el mundo. Se hace con pocos ingredientes: harina de trigo, agua, mantequilla, huevo, queso y sal. Dicen que su origen se remonta a inicios del siglo XX en la ciudad de Los Teques, estado Miranda; y tiene un sabor sencillamente delicioso.
Sí, se trata de los tequeños. Esa masa de harina con queso por dentro que la mayoría de los venezolanos ha comido desde su infancia, y luego recuerda presente en cada celebración: sea bautizos, bodas, cumpleaños o una reunión entre amigos.
Ese invento glorioso, que se suele acompañar con alguna salsa: ketchup, guasacaca, salsa rosada, tártara, picante y hasta con papelón; está de fiesta pues fue declarado Patrimonio Cultural de Venezuela por el ministerio de Cultura.
«Que lo sepa Raimundo y todo el mundo: el tequeño es una delicia gastronómica de los Altos Mirandinos. Se ha ganado un lugar en el corazón de los venezolanos y ahora es oficialmente parte de nuestro patrimonio cultural», escribió el jueves en sus redes sociales el ministro de Cultura, Ernesto Villegas.
En un video de 22 segundos, incorporado en el tuit, dijo que tendría: «El placer, el honor de firmar, en estos segundos el certificado de inscripción del tequeño como bien de interés cultural de la nación venezolana. Que viva el tequeño, que vivan Los Teques, los Altos Mirandinos, que viva la identidad y la diversidad cultural de Venezuela y su hermosa y deliciosa gastronomía».
La teoría más difundida o asentada sobre el origen de este pasapalo afirma que se inventó en los años 1920 por la mayor de las hermanas Báez, Josefina Hernández de Oviedo, cuando tenía 15 años.
En principio se les denominó enrolladitos de queso y a partir de la década de 1960 tequeños; se había popularizado no solo en el área de Los Teques sino también en Caracas, La Victoria y Las Tejerías, gracias a los distribuidores de Los Teques.
Dice la leyenda urbana que supuestamente en Caracas preguntaban: «¿Dónde están los tequeños?», especialmente cuando los distribuidores de Los Teques viajaban vía tren desde “El Encanto” hasta “Caño Amarillo”, y al llegar eran tan famosos que la gente gritaba: “¡Llegaron los tequeños!” haciendo referencia a la gente de Los Teques. Denominación que finalmente se adoptó para la preparación.
Fuente: @VillegasPoljak y Wikipedia