La situación de las empresas y los trabajadores nunca antes estuvo peor, aseguraron fuentes laborales. Las estadísticas de los gremios de empleadores son dramáticas: en 2000-2001 existían 400.000 empresas, pero en 2020 el número se redujo a 100.000, con el riesgo de que sigan cerrando negocios debido al impacto de la prolongada cuarentena del COVID-19.
«Recibí por correo electrónico que me habían depositado la liquidación en mi cuenta, porque la empresa decidió cerrar en julio», contó un ingeniero, con alto perfil profesional y 16 años de servicio en una gran compañía contratista, y que pidió guardar su nombre en reserva.
Froilán Barrios, coordinador del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato (Fadess), alertó que, según los cálculos de los especialistas en materia laboral, el desempleo actualmente se ubica en 49%. «Esto obliga a los trabajadores a irse al sector informal, en el que se mueven 6 millones de personas de la población económicamente activa de unos 10 millones de trabajadores», precisó.
De hecho, dueños de comercios de bienes no esenciales revelaron su disposición a cerrar los negocios ante la imposibilidad de cubrir los gastos, los cuales ahora se incrementaron con la decisión oficial de retomar el cobro de los impuestos que se había suspendido por el coronavirus.
Otros pequeños empresarios admitieron que sus trabajadores cobran el salario mínimo por la página Patria, pero el empleador debe cancelar, y esto se les hace muy difícil, el bono alimentación y otros conceptos.
Barrios agregó que «con el COVID-19 ha crecido mucho más el empobrecimiento de los venezolanos, agobiados por la inflación y el bajo ingreso». Destacó que la crisis económica de Venezuela data desde 2014, pero se profundizó con la reconvención monetaria del 19 de agosto de 2018. En esta última fecha el salario mínimo era de 30 dólares mensuales frente a 1,30 dólares al mes en la actualidad.
Johnny Magdaleno, directivo de la Federación de Trabajadores del estado Carabobo (Fetracarabobobo), aseguró que la reconversión monetaria deterioró muchísimo a las compañías, obligándolas a cerrar, mientras que las que quedan en pie operan entre 20% y 25% de su capacidad instalada.
«Frente a ese salario mínimo tan bajo, muchas de las empresas que se mantienen activas pagan a sus trabajadores bonos adicionales para que puedan sobrevivir», destacó el sindicalista.
Barrios y Magdaleno recordaron que Nicolás Maduro incumplió su compromiso de apoyar a las empresas y los trabajadores para paliar el impacto tanto en la reconvención monetaria como el de la emergencia por el coronavirus.
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