El expresidente israelí Simón Peres será enterrado el próximo viernes en la parcela de los Grandes de la Nación del cementerio del Monte Herzl, en Jerusalén, en una ceremonia de Estado para la que se ultiman todos los detalles, informó hoy la radio pública israelí.
Esta mañana tiene previsto reunirse la Comisión gubernamental de Símbolos y Protocolos del Estado, que decidirá la organización de la ceremonia, en función en gran medida de si líderes internacionales confirman su asistencia al sepelio.
Según datos ofrecidos por la emisora, esta Comisión ha mantenido diversas sesiones en las últimas dos semanas, desde que el expresidente fue ingresado a causa de un accidente cardiovascular, y habría encontrado un alto interés de asistencia.
Por el momento, se espera que los restos del nonagenario Nobel de la Paz permanezcan durante la jornada en el hospital Shiva, en Tel Hashomer (a las afueras de Tel Aviv) donde falleció esta madrugada.
Siempre de acuerdo a la misma fuente, el cadáver será trasladado mañana a Jerusalén, pasando por la aldea de Benshemen donde estudió, a medio camino entre el centro médico y la ciudad santa.
En base a los protocolos oficiales será llevado en un vehículo militar escoltado por soldados, en el que será trasladado a Jerusalén y expuesto en el Parlamento (Kneset) hasta que se proceda a su entierro en la parcela de los Grandes de la Nación en el cementerio del Monte Herzl, junto a otros dirigentes como el asesinado Isaac Rabin.
