¿Qué créditos otorgará la banca tras la reducción del encaje legal? Esto opinan los economistas

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El pasado miércoles, Nicolás Maduro anunció, en cadena nacional y en compañía de su gabinete económico, una rebaja del encaje legal de 85% a 73%. Además, informó que los bancos podrán utilizar 10% de sus divisas para dar créditos en bolívares indexados en dólares. Los economistas Luis Vicente León, José Guerra, Jesús Palacios, Juan Carlos Guevara y Alejandro Grisanti analizan el impacto que estas medidas tendrían para la banca, las empresas y el ciudadano de a pie.

Luis Vicente León explicó que las medidas que el gobierno ha tomado están dirigidas a resolver “ciertos aspectos”. “Está reduciendo el encaje legal para tratar de amplificar la capacidad de financiamiento de la banca y, segundo, está permitiendo que presten sobre los dólares que tienen en cuentas en depósitos una parte de ellos para amplificar la capacidad también de crédito de la banca”, apuntó.

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No obstante, considera que si bien tiene que ser visto en positivo tanto la reducción del encaje como la permisología para prestar sobre los dólares, porque «esa es la ruta correcta, la reducción es bajísima porque apenas están bajando de 85% a 73%. Y eso, aunque es interesante y libera algo de recursos, sigue siendo un encaje legal altísimo. La capacidad de intermediar sigue siendo muy, pero muy restringida. Va a incrementar, pero no suficiente en comparación con las necesidades del mercado”.

León indicó que las medidas en el ámbito económico lo que significan es que la banca ahora va a poder prestar 27% de los depósitos del público. “Pero eso es muy, pero muy pequeño en términos generales. La banca sí va a poder prestar un poco más de dinero, pero solo un poco”, agregó.

Comentó que los tipos de créditos que dará la banca “son intermediación financiera convencional. Con las medidas que acaban de dictar, el banco puede prestar créditos para capital de trabajo, créditos al consumo y otros, porque el banco va a tener un poco más de recursos para prestar. Sin embargo, las demandas son tan grandes que no creo que vayamos a ver un cambio significativo en el proceso”.

El economista enfatizó que el impacto que tendrán estas medidas para el venezolano de a pie es que va a tener un poco más de crédito y también poder recibir créditos sobre los dólares que la banca tiene. “Obviamente que oxigena un poco el sistema e incluso para los créditos del consumidor final puede haber un respiro, pero muy chiquito, al igual que con las empresas”.

En cuanto a la medida de permitirle a los bancos utilizar 10% de sus divisas para dar créditos en bolívares indexados en dólares, León indicó que ello “significa que están considerando no solo los bolívares en depósitos, sino que están considerando los dólares en depósitos de la banca, considerando ese 10% probablemente como una partida más significativa que lo que están dando en bolívares”.

Explicó que la banca va a prestan en bolívares, pero indexados en dólares. Esto quiere decir que “la persona tiene que devolver el dinero en bolívares, pero a la tasa equivalente al momento en que llo devuelva. Por ejemplo, si te prestaron 100 dólares y estaba a 4 bolívares por dólar te pueden prestar 400 bolívares, pero cuando vayas a devolver ese crédito y el dólar está a 10 tienes que devolver 1.400. Te dieron 400 y devuelves 1.000”.

Destacó que esto “es una indemnización que sobre todo busca impedir que los créditos se concentren en pedir dinero para comprar dólares y hacer una ganancia cambiaria, sino que sean créditos realmente para el consumo y para la producción”.

Por otro lado, Luis Vicente León manifestó que los encajes en el mundo y en especial en América Latina son “significativamente inferiores”. “En Colombia el encaje legal pasó de 11% a 9%. En Argentina, que quizás es el más elevado después de Venezuela, está en alrededor de 30%”, dijo.

El presidente de Datanalisis afirmó que el haber reducido de 85% a 73% el encaje legal representa una baja interesante, pero muy pequeña en comparación al promedio internacional. “El encaje legal en Venezuela debería bajar y estar en los niveles internacionales entre 10% y 20%, no debería de ser más que eso porque el encaje es una medida que debería de estar dirigida a la protección del ahorrista, pero no a una medida restrictiva al movimiento del dólar porque al final lo que se está haciendo con el encaje es impedir el crecimiento. Sí evita devaluación a corto plazo, pero también evita que haya producción, que haya empleo, que haya recuperación económica y restringe completa la economía”.

El economista puntualizó que estas nuevas medidas “les da un poco de respiro al sistema financiero, porque están permitiendo créditos, que pueda aumentar su capacidad intermediaria y obtener recursos a cambio de eso, pero sigue habiendo grandes necesidades de la banca”.

“Ahora tiene mayor disponibilidad de prestar”

José Guerra señaló que “al bajar el encaje la banca tiene mayor disponibilidad de prestar, pero no creo que esa baja tan pequeña de 12 puntos, de 85% a 73%, vaya a significar una expansión importante de la liquidez. Pero va orientada claramente en la dirección de facilitar un mayor crédito bancario”.

Aclaró que el problema con la banca en Venezuela es que está tan “subcapitalizada” que no tiene capacidad de préstamo. “La capacidad de préstamo de la banca en Venezuela no pasa de 200 millones de dólares que, para una economía, aunque reducida en tamaño como la de Venezuela, sigue siendo un monto muy, pero muy bajo”, expresó.

Guerra explicó que el encaje es una medida de política monetaria que prácticamente no se usa en el mundo. “El único país que la está usando intensamente es Venezuela para restringir la liquidez monetaria”.

“Evidentemente si baja el encaje de 85% a 73% la banca ahora va a prestar un poco más, pero sigue siendo muy elevado. Para la banca es un costo enorme tener una plata que no puede prestar. Entre tanto ese dinero está generando costos porque hay que emitir la tarjeta de débito, la chequera. Hay que pagarles a los empleados, hay que tener el cajero activo. Para la banca es un verdadero problema tener un encaje tan elevado, porque no puede prestar y no puede transformar los depósitos en créditos”, agregó.

Asimismo, destacó que los tipos de créditos que se otorgarán van a depender de la evaluación que haga la institución financiera. “La banca tiene un departamento de crédito que evalúa el riesgo de la persona que toma el crédito y sobre esa base lo aprueba o no. Estos créditos no serían para tarjetas, sino son créditos básicamente comerciales, para el sector industrial o construcción si lo hubiese, pero eso es un criterio que define la banca”. 

El integrante del del Observatorio Venezolanos de Finanzas enfatizó que para el venezolano común y corriente estas nuevas medidas significan que hay más posibilidad de acceder al crédito si es una empresa. “Si es por tarjeta, ese crédito se está usando, aunque muy limitadamente, y puede ayudar a mover a algunos sectores de la economía que hoy están totalmente deprimidos. Las empresas pudiesen acceder a una línea de financiamiento que no es tan grande, pero que ahora tendrán mayor disponibilidad, porque con el encaje a 85% prácticamente es imposible tomar prestamos”.

Detalló que en México el encaje legal es de 0% y en Chile hay un encaje para los depósitos a la vista, es decir, los de corto plazo de 10% y para los depósitos de más de 30 días el encaje es de 4%. “Esta es la tendencia universal. Encajes muy bajos porque es un costo enorme para la banca tener plata represada pagando por ella que no puede utilizar”, comentó.

Por último, opinó que el encaje de 73% “todavía es sumamente elevado”, ya que el encaje normal e histórico en Venezuela fue de 10% para los depósitos a la vista y 12% para los depósitos a plazo. “El encaje tiene que bajar porque si quieren que haya actividad crediticia la única manera es que la banca pueda prestar”.

“Bajar encaje legal va en el camino correcto”

El economista senior de Ecoanalítica, Jesús Palacios, manifestó la medida de bajar de 85% a 73% el encaje legal ”va en el camino correcto, pero definitivamente no es lo suficiente para entrar en los niveles adecuados o normales. La banca va a tener más capacidad de generar préstamos, pero va a seguir siendo bastante limitado”.

Dijo que se calcula que se podrían liberar unos 80 millones de dólares por el lado del 10% de los depósitos en dólares y por la disminución del encaje unos 100 millones de dólares más. “Esto representaría en conjunto, más o menos, un incremento de 60% a 65% de la cartera de créditos totales de la banca que hoy está cerca de los 400 millones de dólares y con esto podría llegar a más de 500 millones, pero sigue siendo bajo e insuficiente para lo que necesita el sistema, porque apenas representa el 1% del PIB y en las métricas regionales este está por el orden de 30% del PIB”.

Palacios indicó que Venezuela tiene unas necesidades de crédito de unos 6 mil millones de dólares. “El sistema bancario debería de tener capacidad de prestar entre 13 mil y 15 mil millones de dólares y eso tiene un dinamismo en la economía muy importante. Si me preguntas cuál es el impacto en el ciudadano común y corriente, es recuperar el crédito para poder apalancar mayores niveles de consumo por encima de su poder adquisitivo, financiando ese crecimiento”.

Agregó que para las empresas en términos de “financiar la inversión es muy importante” y eso generaría mejores condiciones y un efecto expansivo en toda la economía.

“Los niveles de encaje en Venezuela siguen siendo los más altos del mundo y eso esperamos que sea corregido de alguna forma en el tiempo, pero aún estamos muy, muy lejos de los niveles normales y es una carga excesivamente para el sistema financiero y la economía”, puntualizó.

“Darle un piso más sólido a la expansión económica”

Juan Carlos Guevara detalló que las principales quejas que tiene el sector productor venezolano es la “dificultad de financiar las operaciones porque la banca prácticamente no está prestando y, sobre todo, a la mediana y pequeña empresa, que son las que mayores dificultades tienen porque la grande siempre consigue algún tipo de financiamiento”.

Destacó que con estas nuevas medidas “lo que se está buscando es que el sector bancario, a través de los mecanismos de crédito, pueda darle un piso más sólido a la expansión económica que se está empezando a registrar”. Por eso calificó la medida como “acertada”.

“No se puede negar que va a venir a fortalecer lo que ya tiene un par de años ocurriendo: una expansión económica tímida, pero que se viene dando sobre todo en los sectores industriales, que serían los principales financiados y ojalá entre la pequeña y mediana empresa”, dijo.

Indicó que el sector bancario va a disponer de cierta cantidad de fondos para otorgar créditos, “aunque no serán muchos”. Es de la opinión que los créditos deberían ser dirigidos “básicamente a la producción” y que el sector consumo no debería de ser de momento el beneficiario de esto.

“Debería de haber un equilibrio y es lo que se debe buscar entre el crédito a la producción y el crédito al consumo, pero lo que yo no creo que debería ocurrir es lo que sucedía antes: que el grueso de los créditos iba hacia el sector consumo cuando lo que en este momento está haciendo mucha falta es el apoyo financiero hacia el sector productor”, expresó.

Enfatizó en que muchos insisten en que si la banca otorga créditos al consumo, “va a paliar la demanda agregada de la cual se quejan tantos los productores, pero hay que tomar en cuenta que de nada sirve darle un crédito a una persona que de repente no tiene trabajo o no tiene un trabajo bien remunerado. Es permitirles tarjetas de créditos para que luego no tengan cómo pagarlas. Entonces, hay que llevar ahí un equilibrio”, expresó.  

El profesor universitario insistió en que “es más lógico beneficiar al sector productor, dándole cierto espacio al sector consumo, pero en minoría. Siento que se va a sentir con mayor fuerza la expansión de la producción y esto se debería traducir en mayor empleo y posiblemente se siga fortaleciendo el salario”.

Guevara aseveró que los bancos han ido aumentando sus captaciones en dólares, debido a que las personas buscan “protegerse” de la depreciación de la moneda y de sus ahorros, por lo que estas instituciones tienen cada vez mayor volumen de dólares que no lo pueden utilizar.

“Lo que se está permitiendo es que un 10% de lo que tienen los bancos pueda ser convertido en créditos, es decir, lo que tienen en dólares los banco pueden convertirlos en créditos a la tasa de cambio del BCV. Son créditos en bolívares, pero se tienen que indexar al tipo de cambio. Si el tipo de cambio se deprecia, el monto en bolívares va a crecer, pero sigue siendo la misma cantidad en dólares”, agregó.

Aseguró que estas medidas son beneficiosas para toda la economía. Y, en cuanto a la banca, recordó que su función es prestar. “Si estaba tan limitado anteriormente por los niveles de encaje, ahora, a medida que este va bajando, se está liberando recursos para que la banca pueda trabajar”.

“En la medida en que la economía se vaya expandiendo, debería de irse bajando ese encaje hasta llevarlo a los niveles normales, pero habría que ver cuál es un nivel normal dependiendo de la actividad económica, de las expectativas de inflación, devaluación”, señaló.  

“Es una pequeña válvula que se abre para dar créditos”

“Lo primero que llama la atención siempre es como Venezuela se come la flecha. Durante toda la pandemia en 2020 y 2021, todos los países del mundo estuvieron reduciendo las tasas de interés, reduciendo encaje, haciendo una política monetaria expansiva, estuvieron buscando incentivar el crédito de la banca para que de alguna manera prestara más, pero Venezuela entró en hiperinflación y estaba cerrando esos canales de la manera más fuerte posible”, señaló Alejandro Grisanti. 

Dijo que una de las cosas que hace en este momento el Gobierno es que aún teniendo la inflación más alta del mundo, y “sin haberla dominado completamente, empieza a soltar esas amarras y a dar facilidades para la parte del crédito. Entonces, llama la atención que se haga con una inflación que lo más probable es que en 2022 vaya a cerrar con tres dígitos y que en este nivel empiecen a dar estas facilidades crediticias”.

Grisanti aseveró que estas medidas significan volver a crear negocios, volver de alguna manera a revivir al sistema financiero y, sobre todo, a la banca. “El sistema financiero había perdido sus posibilidades de existir, puesto que el bien que el sistema financiero compra y vende, es decir, el bolívar, había perdido completamente su valor, había perdido su capacidad de intercambio, nadie lo quería, no era demandado. Por consiguiente, el sistema financiero en los últimos cuatro años ha sido quizás el sector que más ha sufrido dentro en la crisis. Sin duda, esto es una pequeña válvula que se abre para empezar a dar créditos”, dijo.

Enfatizó que con las nuevas medidas la banca no solo “tiene más oportunidades de dar créditos”, sino que además representa un “oxígeno para sistema financiero, que es quizás el sector más golpeado durante la crisis económica”. “Creo que van a ser principalmente créditos empresariales porque van a estar indexados al tipo de cambio y, principalmente, lo van a utilizar las empresas, no los ciudadanos comunes. Sin embargo, para el venezolano puede tener un impacto adverso, puede tener algo de presión sobre inflación”, comentó.

Sostuvo que con la reducción del encaje y la posibilidad de dar créditos del 10% de los depósitos en dólares “se podrían dar créditos hasta por un monto de 150 a 170 millones de dólares, pero eso es bastante bajo si lo comparamos con el resto de las economías de la región. Es un monto que podría ser 2% o 3% del PIB de Venezuela actualmente, que es un PIB muy disminuido. El resto de las economías de América Latina tienen entre 30% y 40% en crédito. Ahora la pregunta es si esto es un comienzo o habrá otras medidas. Pensaría que estas son medidas graduales que el gobierno va ir haciendo como baja de 85% a 73% y de 73% posiblemente a 65% o a 57% y va a continuar reduciendo el encaje en la medida en que vaya monitoreando los posibles efectos que pueda tener sobre inflación”.

Además, destacó que las medidas son una señal muy clara que el gobierno está dispuesto a que haya transacciones en dólares, pues estos créditos están indexados a la divisa, aunque el gobierno no quiera la dolarización. “Es una señal muy clara que una fracción del gobierno, sobre todo la Vicepresidencia, está buscando con estas medidas un atenuante para darle un poco de oxígeno a la banca, al sistema financiero y para buscar una reactivación del crédito, que es necesaria e importante para el sector privado si se quiere acompañar ese proceso de crecimiento económico que muchos economistas estamos viendo de cara a 2022”, expresó.

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