La cámara de seguridad de una joyería fue el único testigo de la curiosa forma con la que unos clientes se llevaron medio kilo de oro y sin levantar ninguna sospecha. Compraron una cadenita y se hicieron con más de 7.000.
La cámara de seguridad de una joyería fue el único testigo de la curiosa forma con la que unos clientes se llevaron medio kilo de oro y sin levantar ninguna sospecha. Compraron una cadenita y se hicieron con más de 7.000.
© HispanoPost| All rights reserved