“Sí he sobrevivido a mi cáncer y en el nombre de Dios yo me voy a curar”

Raiza Fernández es una mujer venezolana que hace dos años fue diagnosticada con cáncer de mama. Su historia la conocimos cuando hicimos un especial con motivo al Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, el pasado 19 de octubre, y fue cuando nos la presentaron. Es una mujer humilde y luchadora, con una fe inquebrantable para mantenerse en pie y enfrentar su enfermedad.

Ella vive en un modesto apartamento de la Misión Vivienda, en Catia La Mar, La Guaira, y el seguimiento de su tratamiento lo realiza en el Hospital Oncológico Dr. Luis Razetti, ubicado en Cotiza, Caracas, por lo que cada vez que es llamada, fallidamente, para operarse o someterse a un nuevo proceso de quimioterapia, debe desplazarse hasta la capital, lo que genera gastos de traslado en el transporte público para ella y su hija, quien la acompañado y cuidado durante todo este proceso.

Cuando nos recibió, confesó que no podía mantenerse en pie por mucho tiempo, porque tenía aproximadamente dos semanas sufriendo de vértigo tras no poderse aplicar, por dos meses seguidos, el tratamiento que le corresponde luego de haber concluido el proceso de quimio. Y es que Raiza debía ser operada a más tardar en diciembre de 2021. Sin embargo, en el hospital no hubo cama y aunque fue llamada en varias oportunidades, aún el cáncer está en su cuerpo.

No obstante, ella no ha perdido la fe y está completamente convencida de que, con la ayuda de Dios, superará esta enfermedad que en 2019 cobró la vida de al menos 15 mujeres en el país, según cifras recopiladas en la tercera edición del boletín de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela de ese año.

Una historia de fe

Esta es la historia de una mujer cristiana que ha puesto en manos de la fe su curación, mientras que la ciencia se demora en brindarle las herramientas necesarias para combatir el cáncer de mama. “Buenos días, mi nombre es Raiza Fernández. Tengo dos años diagnosticada con cáncer de mama, no ha sido fácil el proceso, pero lo he sobrellevado. El problema conmigo es que cuando iba al hospital no había el medicamento, en todo este año no tuve mucho el medicamento como tal, pero sí he sobrevivido a mi cáncer, en el nombre de Dios yo me voy a curar”, dijo

Raiza, quien es trabajadora de Pdvsa industrial como costurera, confiesa que lo más difícil es conseguir dinero en efectivo para desplazarse hasta Caracas cada vez que la llaman con el ofrecimiento para ser operada. Sin embargo, en dos años esto aún no ha sido posible. “Yo a veces he ido y he venido, no he podido dar con el médico, por lo que ha faltado el tratamiento. Por lo que venga mañana, que le tenemos el tratamiento y, bueno, yo insisto. Yo insisto allí porque yo me voy a curar. Yo me voy a curar del cáncer y así como yo también le digo a todas las que están como yo que confíen en que se van a curar. A veces no es fácil, pero yo me lo he propuesto y así como yo me lo he propuesto, quiero que todas las que tienen cáncer se lo propongan también”.

Su hija mayor es su fiel compañera en este largo proceso. “Tengo mis dos años cáncer de mama. A veces voy al hospital y no hay el medicamento, tengo que esperar mis dos ciclos. La quimio cuando no hay quimio, tengo que esperar mis dos ciclos de quimio, mis tres ciclos de quimio, lo que tenga que esperar, yo espero. No ha sido fácil, pero yo espero. Algún día tiene que haber en el hospital, no ha sido fácil. Me dicen que me van a operar hoy, vengo hoy”.

“Me dicen que me van a operar mañana, vengo mañana, pero sé que me van a operar en el hospital, en el Luis Razetti. Yo he ido mucho al hospital, he venido, tengo mis dos años, pero yo sé que allí me van a operar y si tengo que esperar lo que tenga que esperar, yo voy a esperar lo que tenga que esperar. No ha sido fácil, pero yo lo voy a lograr, porque yo tengo mucha fe que lo voy a lograr”, aseguró.

Reitera: “Nos vamos a curar”

A Raiza no la amilanan los llamados fallidos, el vértigo a causa de la escasez del medicamento que suprime los dolores del cáncer, tras culminar la quimio y mientras espera ser operada, no le quitan las ganas de vivir y. mucho menos, la buena voluntad de animar a aquellas mujeres que como ella atraviesan por esta fuerte prueba que les ha impuesto la vida.

“Le pido a todas las amigas que confíen en que se van a curar, así como estoy haciendo yo. Yo tengo mis dos años diagnosticada. Me falta mucho, me han dicho que me operan hoy, que me operan mañana. Que venga hoy, que venga mañana, pero yo insisto. Yo insisto allí porque yo sé que me voy a operar. Lo que yo quiero es que, cónchale, confíen en Dios, pues, porque él es el único que lo puede todo y que este cáncer va a salir de nuestras vidas, de verdad, yo lo siento así, que va a salir de nuestras vidas. Así no tengamos el medicamento, lo buscamos. Así nos digan que tenemos que esperar, esperamos, pero que tengamos mucha fe que nos vamos a curar de este cáncer”, expresó.

A su juicio, en la fe está la clave para continuar avanzando: “Que se pongan en mis zapatos, que yo tengo mis dos años y yo no he dejado de luchar. Voy a seguir luchando, yo sigo luchando en el nombre de Dios. Yo sigo luchando porque es lo que quiero. Es lo que quiero, curarme de este cáncer y yo lo voy a lograr. Así como yo lo he logrado quiero que ustedes también, compañeras, lo logren. No es fácil, uno tiene que pasar por un proceso muy fuerte con las medicinas, los medicamentos, todo lo relacionado al cáncer, porque el cáncer es una enfermedad muy costosa. Pero si uno se lo propone, uno lo logra y lo consigue. Mi mayor deseo es que, así como yo, sigan curándose en el nombre de Dios”.

Al apagar la cámara, con la vista hacia el mar que logra ver desde la ventana de su apartamento, Raiza confesó que tiene mucho tiempo que no se acerca a las playas. para evitar exponerse demasiado a los rayos del sol. Y con el suave soplar de la brisa bajó la mirada hacia su seno izquierdo y con una sonrisa modesta confesó: “Yo estoy asombrada con todo lo que mi seno se ha reducido, a pesar de que no he recibido el medicamento, mi seno ha bajado y eso me hace saber que yo me voy a curar. Tengo mi fe puesta en Dios que así será”.