La primera edición de la Superliga Profesional de Baloncesto llegó a su fin, este jueves, en el quinto juego de la final que disputaban Trotamundos de Carabobo y Cocodrilos de Caracas en el Gimnasio José Beracasa del Parque Naciones Unidas.
El ‘Expreso Azul’ llegó desde el Fórum de Valencia con ventaja de 2-0 sobre el elenco saurio; sin embargo, en su arribo a la capital cayeron en ‘el pantano’, donde Cocodrilos los emboscó buscando nivelar cuanto antes las acciones y se las arreglaron para llevarse el primero como locales.
No obstante, los carabobeños sacaron la casta de campeón y se sacudieron pronto la derrota, para imponerse con autoridad en los juegos cuatro y cinco, convirtiéndose así en el flamante primer campeón de este novel torneo, que nació de la fusión de la extinta Superliga y la recordada Liga Profesional (LPB).
Asimismo, bien se puede decir que Trotamundos acaba de conquistar el undécimo título de su historia; nada mal para un equipo con 39 años de fundado. Antes de la recién concluida temporada, el combinado blanquiazul había alzado el trofeo de la Superliga de Baloncesto (2021) y de la Copa LPB (2019), además de terminar como subcampeones en la LPB de 2018 y en la Copa Superliga.
Ahora, Trotamundos de Carabobo está empatado con Marinos de Anzoátegui, como los equipos más ganadores del baloncesto venezolano; cada uno puede presumir de 11 copas en sus respectivas vitrinas.
Por otro lado, es justo, necesario y merecido hacer una mención honorífica a Nestor Salazar –el popular ‘Mamá Osa’–, quien condujo magistralmente esta locomotora, cargada de estrellas, para hacer historia. Salazar también igualó a Pedro Espinoza, como los entrenadores más laureados del país, con seis coronas cada uno.
Retomando lo referente a la gran final, el Jugador Más Valioso no podía ser otro que Jhornan Zamora, quien a pesar de no estar al 100% de sus capacidades físicas, se destacó como la figura más determinante del ‘Expreso’ en estas instancias, liderando las ofensivas incluso sin salir como titular.
Es la segunda vez en su carrera, en el baloncesto nacional, que el escolta de 33 años de edad recibe una distinción de este tipo. Zamora dejó promedio de 11.4 puntos, 6.4 rebotes y 3.2 asistencias por partido, durante los cinco compromisos que se disputaron en la final.
Su mayor exhibición fue en el juego 4, donde tuvo un desempeño explosivo a la ofensiva, con 31 unidades y ocho rebotes. Mientras que en el partido de ayer, sumó otros 16 puntos, tomó tres rebotes y repartió el mismo número de asistencias.
A su vez, en este último encuentro de la temporada –en el que Trotamundos se impuso por 87-81 a Cocodrilos– también destacaron los hombres grandes para la causa carabobeña; ‘La Bestia’ Néstor Colmenares tuvo una actuación soberbia, liderando a su equipo con 26 puntos, y en los rebotes (17). Por su parte, Miguel Ruíz también se apuntó un doble-doble, conformado por 12 unidades y 15 rebotes.
Del lado de Cocodrilos, volvieron a contar con un gran Juan Guerrero, que haciendo honor a su apellido aportó 18 a la pizarra, con nueve rebotes y cinco pases de canasto; a la vez que Luis Bethelmy recogía otra decena de rebotes y Elijah Nuwriyl comandaba a los anotadores con 21 unidades.