Desde el lunes 24 de junio, los venezolanos han acudido al consulado de Chile en Caracas para obtener la visa de turista requerida por este país desde el pasado sábado. La medida repentina ha afectado tanto a los venezolanos que tenían pasaje para ir a ese país como a los que estaban a metros de llegar por vía terrestre.
A cinco días de la restricción muchos venezolanos permanecen en las puertas del consulado sin obtener respuestas. Lisbeth Domínguez acompaña a sus padres de más de 70 años de edad en una fila de espera que sale de la entrada de la representación chilena y llega a la esquina de la avenida Venezuela con avenida Sorocaima en la urbanización El Rosal. Tienen boleto de viaje para el viernes 28 de junio y, a pesar de haber acudido día tras día de manera continua, no han sido atendidos. Ya comienzan a aceptar el hecho de que perderán el vuelo.
El motivo de la visita de la pareja a Chile es ver a su otra hija y compartir con ella. Domínguez afirma que no tienen intención de quedarse: Solo quieren hablar con su hija y compartir unos días con ella.
La espera frente al consulado no garantiza que serán atendido o que habrá respuestas a sus dudas, preguntas o inconvenientes. Las personas que acudieron hoy también lo hicieron ayer y anteayer. Conocen al resto que al igual que ellos busca una solución, se han visto tanto que ya parecen familia, afirma Andira Saab, estudiante de medicina con vuelo para el 2 de julio. Viajó de Cabimas, estado Zulia, a Caracas para obtener la visa de turista. Triste, frustrada y con impotencia describe su sentir.
La joven detalla que la razón de su viaje es visitar a una persona que tiene mucho tiempo sin ver y que el plan es regresar a Venezuela a continuar con su carrera universitaria.
Desde las 7:00 am un niño de franela amarilla está en la fila con su madre, una comerciante que busca que tanto ella como su hijo puedan viajar el 5 de julio y volver a ver a sus familiares en Chile. Han ido y regresado de Maracay, estado Aragua, continuamente en busca de obtener la visa de 50 dólares por persona.
Franciel Pinto afirma que el pequeño tiene que ir con ella a juro porque la página del consulado no permite su registro debido a que los datos del padre no pueden quedar vacíos. El papá nunca ha aparecido. ¿Cómo se hace con los casos de madres solteras?, pregunta.
El problema no es solo la espera, sino que no obtienen respuestas a las preguntas, destaca Francisco Trejo, de 19 años edad, con fecha de vuelo para el 6 de julio. Ha acudido tres días al consulado y cada vez que habla con los funcionarios lo único que ha obtenido de ellos es: Haga la fila.
Mientras estos venezolanos están a las afueras del consulado en Venezuela, otros centenares están en la frontera entre Chile y Perú a la espera de que las autoridades aprueben su ingreso. La directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile (INDH), Consuelo Contreras, señaló a la agencia EFE que evalúan la ejecución de acciones legales para que las aproximadamente 400 personas puedan ingresar a Chile. Dijo que los venezolanos enfrentan condiciones altamente vulnerables.
Chile es el tercer país de América Latina con mayor número de migrantes venezolanos (288.000 personas), ante el éxodo que supera los cuatro millones de venezolanos en el mundo, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).
La medida gobierno de Chile se produjo después de que Perú, la nación con más venezolanos luego de Colombia, exigiera visa humanitaria para que los venezolanos ingresen al país. Ambos requisitos fueron implementados en junio de este año.
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