La iniciativa del ministro del Trabajo, Eduardo Piñate, de reunirse por separado con las centrales obreras independientes fue calificada por esas organizaciones como una maniobra para impedir que el Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo aborde las serias violaciones gubernamentales a los derechos humanos y laborales y promueva el diálogo social.
Entre finales de febrero e inicio de marzo, el despacho laboral citó individualmente a las confederaciones de Trabajadores de Venezuela y de Sindicatos Independientes, la Central General de Trabajadores, y la Unión Nacional de Trabajadores para tratar temas relativos a la reunión del Consejo de Administración de la OIT que arranca este viernes.
A través de una carta dirigida a Piñate y con copia al secretario general de la OIT, Guy Ryder, y otros directivos de las diferentes instancias del organismo laboral, José Elías Torres, directivo de la CTV, declinó la invitación del titular del Trabajo, pues «nuestra experiencia con el despacho en lo referente a los procedimientos de la OIT ha sido lamentable».
Torres expresa también «la preocupación de que la convocatoria sea a pocos días para la reunión del Consejo de Administración de la OIT, en la cual el gobierno debe señalar con debida precisión si va a cumplir o aceptar las recomendaciones de la Comisión de Encuestas».
En este sentido, Serbando Carbone, coordinador de la UNETE, destacó que el informe de la Comisión de Encuestas que estuvo en Venezuela a finales de 2019 es «muy contundente sobre las graves violaciones del régimen de Nicolás Maduro a los derechos humanos y los convenios de la OIT sobre libertad sindical, salario y empleo, no discriminación política y diálogo social tripartito, entre otros».
Respecto a las convocatorias de Piñate, precisó que UNETE, CGT y Codesa se presentaron conjuntamente en el despacho para realizar una sola reunión.
«Con las reuniones rebanadas, el régimen persigue dividir y maniobrar», dijo.
En el encuentro, las tres centrales solicitaron al despacho una muestra de buena fe con la puesta en libertad de los sindicalistas presos, como el petrolero Eudis Girot y la anulación de los juicios con régimen de presentación contra más de 400 dirigentes y trabajadores.
Sin embargo, agregó que el representante del despacho laboral no dio muestras de atender ese petitorio, lo que dejó claro que la gestión oficialista es que seguirá llevando la materia laboral según su criterio político, no inspirado en el tripartito y el diálogo social que impulsa la OIT.
Carbone denunció que debido a la última visita de una representante amiga del régimen de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, Maduro busca apoyo en aliados ideológicos del mundo laboral para mejorar su mala imagen internacional como gobierno totalitario e irrespetuoso de los derechos humanos.