Si practicas algún tipo de actividad física, es posible que hayas experimentado dolores de cabeza durante o después del ejercicio y esto puede ocurrir por varios motivos, entre ellos, la caída del nivel de azúcar en la sangre, deshidratación, hacer un entrenamiento demasiado riguroso sin pautas a seguir o un entrenamiento de fuerza sin emplear una adecuada técnica y sin tener en cuenta el factor de la respiración.
Si esto te ha pasado, recuerda que los cambios repentinos de intensidades afectarán al cerebro, derivando tanto en el molesto dolor de cabeza como en la fatiga muscular. Cuando se pasa de una actividad moderada a vigorosa provoca la dilatación de los vasos sanguíneos y esta será la causante del dolor de cabeza. Debes evitar los cambios bruscos de ejercicios leves a intensos.
Asimismo, la principal causa de las cefaleas es debido a una hipoglucemia. En este caso el dolor de cabeza suele ubicarse en la frente, acompañado por una sensación de fatiga y náuseas. Mientras que si se trata de deshidratación es porque nuestro organismo pierde agua y sales minerales, estas pérdidas se acentúan cuando la temperatura del ambiente asciende y la intensidad del ejercicio físico incrementa. Es importante hidratarnos antes, durante y después del ejercicio.
Si el dolor de cabeza se debe al sobreentrenamiento, este ocurre cuando se comprimen los músculos del cuello, se produce un tirón en el cráneo en la zona de unión porque es mayor de lo normal y con el tiempo este aumento de tonicidad muscular llega a ser tan fuerte que el tirón en el cráneo es el que lleva al sufrido dolor de cabeza.
Otra de las razones es una incorrecta respiración durante la práctica del ejercicio físico, que provoca el aumento de la presión intercraneal. Una adecuada técnica de respiración evitará dolores de cabeza inducidos por el ejercicio.
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