A muchos nos irrita cuando estamos cerca de una persona que no deja de moverse o de hacer algún gesto repetitivo, podrías padecer de misokinesia, que no es más que una fuerte respuesta emocional negativa ante la inquietud ajena, es decir, ante los equeños movimientos corporales repetitivos de otros.
La misokinesia es un fenómeno psicológico que consiste en experimentar una reacción emocional negativa y muy intensa que se desencadena ante la inquietud, el nerviosismo o los movimientos repetitivos de otra persona, y que puede interferir en las relaciones sociales.
Se podría definir a este padecimiento como esa sensación de ira, irritabilidad o aversión que se siente golpearnos el brazo al hablar, masticar chicle de manera exagerada o mover el pie.
Las principales recomendaciones para evitar la misokinesia son:
-Paciencia y tolerancia: es importante trabajar la paciencia e intentar que los movimientos de los demás no nos molesten a través de técnicas de relajación y respiración profunda, que ayudarán a reducir los síntomas de ansiedad que se generan ante los tics ajenos.
-Cambiar el foco de atención: procura no mirar a la persona que está haciendo la actividad o el sonido repetitivos, o intenta crear una imagen mental alternativa para no visualizar la realidad que tanto te incomoda.
-Aprende a ser más asertivo: escoge bien tus palabras para explicar a esa persona que te molesta el gesto repetitivo que está haciendo y que por favor prescinda de hacerlo en tu presencia.
-Terapia psicológica: aunque no se trata de una alteración tan grave como para necesitar ayuda profesional, en el caso de que interfiera de forma importante en tus relaciones personales o laborales puedes recurrir a terapia con un psicólogo que te ayude a gestionar esta irritabilidad.
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