La Licencia General 44 de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha permitido a las autoridades de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) entablar una serie de negociaciones dirigidas, en primera instancia, a restablecer contratos de suministros que no se podían hacer por las sanciones impuestas en enero de 2019, pero también con la mira puesta en conseguir nuevos socios y suscribir contratos con empresas de mantenimiento, señala el semanario Exclusivas Económicas.
Según la publicación, las cuentas por pagar, no obstante, se convierten en la nueva traba porque en las reuniones siempre salen a relucir los retrasos de Pdvsa en el pago a sus socios y sus empresas proveedoras o contratistas.
Se habla ya no de meses sino de años, y la expectativa está en ver si en diciembre se hacen pagos como se ha prometido desde la estatal. Ha sido un compromiso que ha asumido el ministro de Petróleo y presidente de la corporación, Pedro Rafael Tellechea, de acuerdo con Exclusivas Económicas.
Pdvsa no presenta sus estados financieros desde 2016, recuerda el semanario. No hay informes auditados y fuentes vinculadas a la industria aseguran que las cuentas por pagar están por el orden de los 30.000 millones de dólares. A lo anterior se debe agregar que se encuentra en situación de default o incumplimiento de su deuda financiera.
“Es difícil aceptar un contrato con Pdvsa no tanto por la restricción que tiene la Licencia General 44, sino justamente por las dudas que se genera con los pagos y la falta de transparencia”, comentó una de las fuentes.
“Tampoco hay claridad si existe intención de modificar las leyes que regulan al sector de los hidrocarburos y cómo se pudiera abrir más espacios para el sector privado nacional y extranjero”, agregó.
Hay un tercer aspecto referido a cómo Pdvsa pudiera afrontará los reclamos internacionales y la eventual pérdida de Citgo por la demanda de sus propios acreedores y los que tiene la República, dice el semanario.