El hipismo sobrevive en Venezuela gracias al “datero”

    0
    533

    José Villa tiene 50 años y ha hecho de las casas de apuesta su lugar de trabajo. Se encarga de vender información a los apostadores dentro de los sportsbook.

    Nació en el seno de una familia amante de las carreras de caballo. De pequeño siempre quiso dedicar su vida al hipismo y aunque hoy en día no forma parte del deporte, encontró una manera de vivir de la disciplina que tanto le apasiona.

    Comenzó jugando y no le fue bien; tanto que su afán por el azar desencadenó la ruptura de su primer matrimonio. Sin embargo, su pasión  por los caballos lo llevó a seguir estudiando cada uno de los detalles del juego. Ahora, gracias a su amplio conocimiento, tiene clientes que le pagan por brindarles información que les permita ganar. José es un “datero”.

    De esta manera ha hecho del juego “un trabajo digno”, donde de miércoles a domingo, encuentra el sustento económico necesario para mantener a su familia.