La economía de Venezuela ha enfrentado innumerables desafíos en las últimas décadas, destacándose la volatilidad del tipo de cambio y la inflación como aspectos críticos de su panorama económico. A lo largo de los años, estas dos variables han sido centro de atención y debate, especialmente por la constante devaluación de la moneda desde 1983.
Durante 2024, un año electoral que comúnmente podría presenciar inestabilidad económica, ha sucedido algo interesante: el dólar paralelo ha experimentado una tendencia a la baja en su precio, mostrando fluctuaciones casi insignificantes frente al bolívar. Esta situación ha sido descrita por los economistas como una «flotación sucia», término que, lejos de implicar alguna irregularidad, se refiere al manejo del valor de una moneda mediante intervenciones frecuentes en el mercado de divisas para estabilizar su precio.
Dentro de la estrategia de estabilización macroeconómica, el gobierno de Venezuela ha tomado medidas para controlar variables clave como la inflación y la devaluación. La inflación, por ejemplo, ha alcanzado mínimos históricos en los últimos meses, registrando cifras de un solo dígito desde noviembre de 2023. Esto se ha logrado mediante una disciplina fiscal rigurosa, que incluye la limitación de la emisión de bolívares y la contención del gasto público, destacando la decisión de no aumentar los salarios en 2023 y 2024.
La devaluación también ha sido controlada eficazmente. El Banco Central de Venezuela (BCV) ha jugado un papel crucial en la regulación del mercado cambiario, manteniendo un equilibrio entre las transacciones en divisas y bolívares dentro de la economía nacional. Esto ha permitido una gestión más estable del tipo de cambio.
En términos concretos, durante el año 2023, la tasa de cambio paralela aumentó un 66%, pasando de 23 bolívares por dólar en enero a 38.14 bolívares al finalizar el año. Este incremento fue significativamente menor a lo proyectado por muchos analistas económicos, quienes anticipaban que el tipo de cambio podría situarse entre 60 y 80 bolívares por dólar a finales de 2023. Sin embargo, desde el comienzo de 2024, se ha observado una inusual apreciación del bolívar, aunque actualmente presenta una ligera disminución del 3.32% en su valor frente al dólar hasta finales de junio.
El BCV ha intensificado sus intervenciones en el mercado cambiario, vendiendo directamente o a través de las mesas de cambio de los bancos aproximadamente 15 mil millones de dólares durante 2023, casi el triple que en 2022. En lo que va de 2024, las intervenciones han ascendido a 2.033 millones de dólares, representando un 3,84% menor que el mismo periodo de 2023, el cual fueron 2.111 millones de dólares.
En lo que respecta a la inflación, ha habido una reducción notable. En enero de 2023, la tasa de inflación alcanzó un alarmante 39.4%, mientras que, en enero de 2024, esta se redujo drásticamente a 4.20%. Actualmente la inflación en mayo se registró en 1.5%. Esta disminución es un factor clave en la estabilización del tipo de cambio.
Más allá de estos avances, la estabilización macroeconómica ha generado un entorno más predecible para quienes participan en el comercio dentro de Venezuela, permitiendo una mejor gestión de precios y costos. No obstante, esta estabilización no garantiza una recuperación estructural de la economía nacional.
Para impulsar una revitalización económica profunda, es esencial activar diversos sectores del país, lo que requiere inversiones significativas, especialmente en la industria petrolera y en las actividades industriales y comerciales. Estas inversiones podrían crear empleos y aumentar los ingresos, mejorando el poder adquisitivo y la capacidad de consumo de los venezolanos.
En conclusión, aunque la estabilización macroeconómica ha mejorado la confianza de los empresarios y comerciantes en Venezuela, es fundamental la promoción activa de inversiones tanto locales como extranjeras para lograr la recuperación de la economía. Este esfuerzo no solo depende del gobierno, sino también del compromiso y la participación de todos los ciudadanos venezolanos.