La Gran Caracas fue incorporada recientemente al programa Borrón y Cuenta Nueva de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), que persigue poner la casa en orden con miras a un futuro ajuste de las tarifas por la prestación del servicio, aseguraron usuarios y fuentes calificadas del sector que solicitaron guardar sus nombres en reserva.
«Es demasiado el desorden interno en Corpoelec como consecuencia de múltiples planes que ni siquiera se sabe si se concretaron, como el de resarcir a los usuarios por los equipos dañados y quemados producto de las fallas y apagones», manifestó un consultado.
Advirtió que «el Plan Borrón y Cuenta Nueva correría la misma suerte y, a la final, serían los consumidores los afectados mientras el servicio se deteriora cada vez más».
Carlos Julio Rojas, representante del movimiento vecinal Frente Norte de Caracas, insistió en que Borrón y Cuenta Nueva debe incluir un programa de reparación y mantenimiento preventivo y correctivo a los problemas de fluctuación de voltaje en la Gran Caracas, los cuales se han profundizado en los últimos días con las torrenciales lluvias.
De hecho, el pasado lunes hubo una protesta en un sector de Candelaria porque llevaban más de 48 horas sin luz.
«Una fluctuación del voltaje dañó el motor de la cava de los alimentos y por repararlo me cobran 1.700 dólares», dijo un comerciante.
La queja de residentes y comerciantes caraqueños por daños a los equipos sin que Corpoelec de respuesta es interminable.
Tarjetas electrónicas de artefactos del hogar, televisores, computadoras e incluso equipos médicos son afectados por los continuos vaivenes de energía.
Otra situación de crisis son las explosiones e incendios en los pozos subterráneos eléctricos y en transformadores ubicados en la Gran Caracas que dejan sin luz a la población.
«Corpoelec necesita urgentemente recursos económicos para sostener el sistema. No ayudan las tarifas actuales, además de los numerosos usuarios sin medidor o que roban la luz», advirtió un consultado.
Los usuarios insisten en que Corpoelec no debe trasladar a las tarifas las ineficiencias y corruptelas de sus directivas.
«Un incremento de las tarifas debe ir acompañado de la garantía de un servicio continuo, estable y de calidad, condición que no se cumple actualmente cuando los venezolanos padecen fallas constantes, numerosas y prolongadas en el tiempo», recalcó Rojas.
Aclaró que «no nos oponemos a Borrón y Cuenta Nueva siempre y cuando sea un plan serio, realizado por personal técnico especializado exclusivo de Corpoelec. Esto significa la no incumbencia dejar de comunas, mesas técnicas de consejos comunales, PSUV y los colectivos», insistió Rojas.
Ciudadanos manifestaron su preocupación de que los grupos oficialistas tengan la intención de identificar inmuebles vacíos para invadirlos.
Rojas señaló que el Frente hasta ahora no ha recibido denuncias al respecto, aunque se mantienen vigilantes.
Borrón y Cuenta Nueva, un censo bastante grande
Fuentes cercanas a Corpoelec explicaron que Borrón y Cuenta Nueva es un censo bastante grande entre quienes pagan o no el servicio.
Uno de los problemas detectados es que muchas viviendas no cuentan con medidor, especialmente en las zonas populares; mientras que otras poseen un porque antes era una casa de una sola planta, pero luego le construyeron 2 o 3 pisos adicionales.
Asimismo, muchos edificios construidos desde 2011 poseen con un medidor para las áreas comunes, pero los apartamentos no tienen esos aparatos y, por lo tanto, la luz se paga por condominio.
Igualmente, hay edificios de Misión Vivienda sin medidor y muchos son los apartamentos que no pagan la luz.
Las fuentes precisaron que actualmente Corpoelec cobra en muchos casos el servicio mediante tarifa plana, la cual no refleja el consumo real de electricidad, lo que significa pérdidas para le estatal.
Se calcula que Corpoelec deja de cobrar 40% de la electricidad que suministra a los usuarios.
«El descuido de la gestión de facturación no es culpa de los consumidores», recalcó un consultado.
En 2012, Corpoelec contaba con 5 millones de suscriptores y un déficit de 2,5 millones de medidores.
Esta situación, según las fuentes, ha cambiado con la migración de más de 7 millones de venezolanos.
«Muchos de los medidores existentes están dañados y obsoletos, lo cual requiere la reparación y/o reposición de estos equipos además de la instalación de nuevos aparatos donde no los haya. Sin embargo, esto requiere dinero y Corpoelec está quebrada», sostuvo una de las fuentes.
El precio de cada medidor nuevo oscila entre 90 y 300 dólares de acuerdo con las especificaciones técnicas requeridas.