“Cuando me comentaron me afectó, sentí así como un escalofrío porque era conocido”, contó el viernes 30 de junio, Carlos Carrero, quien ya tenía 15 años conociendo a Enrique López Blanco, de 46 años de edad, dueño de un puesto de perros calientes en la esquina Balconcito de la avenida Baralt en Caracas.
Enrique fue asesinado el domingo 25 de junio alrededor de las 3:00 de la madrugada mientras se encontraba en su puesto de trabajo.
El sitio, donde Enrique se ubicaba con su carrito de perros calientes, está rodeado de establecimientos comerciales que van desde una panadería llamada Bred, negocios de ventas de comida, charcutería, carnicería, hasta una línea de mototaxis.
Se trata de una zona que es concurrida diariamente por residentes, motorizados, conductores de vehículos y comerciantes.
La víctima trabajaba corrido desde los lunes hasta los fines de semana. Culminaba su jornada a las 12:00 de la noche; sin embargo, algunos días se quedaba más tiempo de lo regular.
Carrero recordó que le decían a Enrique que no se quedara después de las 12:00 de la noche trabajando debido a que era un riesgo.
Conmoción por el hallazgo del cadáver
Para el dueño de un negocio, situado en la zona, quien prefirió no identificarse, fue una conmoción cuando hallaron el cadáver de la víctima.
“En un principio pensamos que se trataba de un indigente, pero cuando lo vimos bien era Enrique. Él no merecía morir de esa manera”, afirmó.
Por su parte, el encargado de un puesto de venta de desayunos en el sector contó que Enrique acudía frecuentemente en horas de la mañana.
“Él desayunaba y luego se iba. Nosotros teníamos poco tiempo conociéndolo, pero sabíamos que era trabajador, es lamentable”, dijo.
“Era una persona trabajadora, colaboradora, buena gente, no se metía con nadie y era tranquilo”, agregó Carrero.
Homicidio
De forma extraoficial, se logró conocer que Enrique había tenido un problema en el sector días antes de que ocurriera el homicidio, por lo que investigan si este hecho estaría relacionado con el crimen.
La víctima fue asesinado, cuando llegó a su puesto de trabajo, una pareja de motorizados, que luego lo sometieron y le dispararon en el pecho. Falleció en el sitio del suceso.
Su cuerpo fue hallado en una esquina frente al lugar donde laboraba.
Transcendió también, en un principio, que un señor de alrededor de 49 años estaba con la víctima antes de que se registrara el homicidio. Al parecer lo golpearon en la cabeza.
El fallecido era oriundo de Falcón y anteriormente se desempeñó como panadero.