«Es muy triste, más triste porque estamos en estos trámites. Estamos esperando que nos entreguen el cuerpo porque no éramos familiares directos, pero a veces la sangre no es más importante que el día a día y el convivir», relató desconsolada Claudia de López, pariente político de Cristóbal Jaimes Jaimes, de 71 años de edad, quien fue hallado muerto en el río Guaire, a la altura de Macaracuay.
El pasado jueves 7 de septiembre en horas de la tarde, Cristóbal desapareció. Residía en la zona de Quinta Crespo.

Él presentaba demencia senil. Sus familiares políticos estaban pendientes de su cuidado, debido a que la mayoría de sus parientes sanguíneos se encontraban fuera del país.

Sus parientes políticos, al darse cuenta de su desaparición, comenzaron a buscarlo y realizaron la denuncia ante funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalística (Cicpc).
El lunes 11 de septiembre recibieron una llamada telefónica, en el que funcionarios del Cicpc les notificaban que un cuerpo que había sido trasladado a la morgue de Bello Monte podría tratarse de Cristóbal.
Los familiares lograron identificarlo en la medicatura forense el viernes 15 de septiembre, debido a que tenían que realizar varios trámites porque no eran parientes directos del fallecido.
«Cristóbal era una persona muy servidora, trabajadora, amorosa, de ejemplo, que enseñaba la Biblia, duró años como diácono en la iglesia Génesis. Era especial para nosotros», manifestó Claudia de López.
El fallecido trabajó durante un tiempo como conserje en una iglesia cristiana. También fue agricultor durante 25 años mientras residía en el poblado de Yare, municipio Simón Bolívar del estado Miranda.
No tuvo descendientes y no tenía pareja. Era oriundo de Colombia; sin embargo, ya estaba nacionalizado venezolano.