La salud ahora es gratuita para las mujeres de algunas favelas en Río

    0
    311

    En 2010, Júlia Rangel, de 33 años, vecina de la turística Ipanema, formada en psicología y con consultorio propio en Leblon, uno de los barrios más sofisticados de Río de Janeiro, decidió subir a la favela para emprender su vocación social que ya iniciara durante sus años de estudiante colaborando en un proyecto como voluntaria para prestar apoyo a los sin techo.

    A pesar de la cercanía con su casa, nunca antes había subido a las favelas vecinas de Cantagalo y Pavão Pavãonzinho. Pero su determinación por ayudar le llevó hasta la asociación de moradores de la favela para hablar con el presidente y mostrarle su interés por colaborar para mejorar la calidad de vida de sus vecinos a través de la psicología.

    Al principio se encontró con el recelo de los moradores que desconfiaban de sus intenciones, pero poco a poco se fue ganando el respeto de todos. Especialmente, cuando corroboraron que había llegado para quedarse. La iniciativa traía un servicio integral de salud gratuita que al principio atendía a todos los moradores, pero que después de constituirse como ONG oficial, en 2011, se enfocó exclusivamente en mujeres, a partir de los 13 años, ya que hasta entonces era el 75% de sus pacientes y también por entender que las mujeres son elementos multiplicadores. En la mayoría de los casos, son la cabeza de la familia, trabajadoras y luchadoras que mantienen la armonía del hogar.

    Por el camino se fueron sumando otros voluntarios del área de salud que ofrecen de forma gratuita sus servicios, hoy día la red cuenta con una media de 35 voluntarios que ofrecen tratamientos de clínica general, nutrición, acupuntura, psicología, masoterapia, reiki, terapias holísticas y florales, entre otros.

    Los hay, incluso, que como el doctor Rodolfo Carnevalli, viaja cada dos semanas desde su ciudad de residencia en São Paulo hasta Río para prestar de forma totalmente gratuita consultas de acupuntura. Carnevalli se convirtió en una especie de hada madrina para el Postinho de Saúde, ya que cuando supo a través de la televisión que podría cerrar por falta de recursos, hizo el mismo camino que Júlia Rangel en 2010 para subir hasta la favela y ofrecer sus recursos y ayuda para salvar del cierre al postiho.

    Este año, en abril, la red de voluntarios daba un paso más con la inauguración de la segunda planta que acoge una sala multidisciplinar para terapias de grupo: meditación, mándalas, terapias para adolescentes embarazadas, población LGBT o nutrición para adelgazar son algunas de las propuestas en esta nueva sala que complementa al servicio de clínica general prestado en la primera planta.