Baracoa fue la primera villa fundada por los colonizadores españoles en la Isla de Cuba, en 1511, años después de la llegada del Almirante Cristóbal Colón a sus tierras. Una exuberante vegetación y la formación de importantes accidentes geográficos, convierten a la actual ciudad, en el extremo oriental de Cuba, en un casi paradisíaco sitio para el ecoturismo, las excursiones monte adentro, las escaladas.
Pero la localidad no sólo se conoce por su alto valor histórico o por la belleza de sus paisajes. La existencia de un río llamado Miel, que no es dulce, y de una peligrosa carretera conocida como La Farola, que no alumbra, por sólo mencionar dos ejemplos, posibilitan la creación de historias muy autóctonas. Aquí se les conoce como las Mentiras de Baracoa.
