Un nuevo contingente de 123 cascos azules llegó en los últimos días a Sudán del Sur procedente de Ruanda, informó el jefe de la misión de Naciones Unidas en el país (UNMISS), David Shearer.
En una rueda de prensa, Shearer precisó que el domingo llegaron a Yuba 123 soldados ruandeses que forman parte de la Fuerza Regional de Protección, y además arribaron 120 ingenieros bangladeshíes que también forman parte de la misión de paz desplegada bajo el paraguas de la UNMISS.
En las próximas semanas llegarán al país otros 600 soldados ruandeses y tropas etíopes, cuyo número no precisó.
Las fuerzas se desplegarán en ciudades y otras zonas que sufren inseguridad con el objetivo de proporcionar protección adecuada a los civiles y de dar cobertura a la distribución de ayuda humanitaria.
«La llegada de esas fuerzas ayudará a desplegar más soldados para el mantenimiento de la paz en las zonas de conflicto», afirmó el responsable de la UNMISS.
Entre otras tareas, el nuevo contingente participará en la vigilancia de la carretera que une Yuba con la ciudad de Bor, capital estatal de Jonglei (centro), y de la que comunica la capital del país con la ciudad de Nimule, en el sur, donde ocurrieron varios ataques a civiles en las últimas semanas.
En la rueda de prensa, Shearer negó cualquier plan para entregar las tareas de seguridad del aeropuerto de Yuba a la ONU y recalcó que esta instalación está bajo la soberanía del Gobierno sursudanés.
La misión de la UNMISS estaba compuesta hasta ahora por 13.000 soldados, pero el Consejo de Seguridad de la ONU decidió aumentar a los efectivos militares hasta los 17.000 después del recrudecimiento de la violencia el año pasado.
El pasado abril llegó el primer contingente de 4.000 cascos azules que se van a sumar a las labores de mantenimiento de la paz en el país.
El conflicto en Sudán del Sur estalló en diciembre de 2013 y enfrenta al presidente Salva Kiir, de la etnia dinka, con los rebeldes liderados por el vicepresidente Riek Machar, perteneciente a la tribu nuer
