Estamos empezando 2024 y una de las preguntas que nos deberíamos hacer es: ¿cómo conseguir hacer muchas más cosas con un tiempo disponible limitado? Para Francisco Alcaide Hernández, conferencista y coach en liderazgo, solo hay dos alternativas. Estas son efectividad, haciendo más con lo mismo, o lo mismo con menos, y delegación, que otras personas hagan otras muchas cosas.
Y una no puede coexistir sin la otra. Nuestro tiempo es limitado -son 24 horas al día, ni una más, ni una menos- y nuestras capacidades, conocimientos y habilidades también. Por ello, es importante saber delegar para poder ser, precisamente, efectivos.
Cuando ponemos nuestra confianza en otros a la hora de desempeñar una labor, tarea o función, automáticamente comenzamos a ver aspectos positivos. En su artículo publicado en Executive Excellence, Alcaide Hernández destaca siete ideas de por qué es tan importante aprender a delegar y que compartimos a continuación:
-Contribuye a concentrarte en tus fortalezas. Delegar facilita concentrar los esfuerzos en aquellas cosas en las se puede aportar más valor, allí donde se puede hacer una contribución especial y única. Dedicar tiempo a cuestiones menores es un sinsentido.
-Ayuda a liberar el tiempo. Permite disponer de mayor tiempo y facilita conciliar la vida personal y la vida profesional. Liberarse de tareas permite dedicar más tiempo a la familia y los amigos y a aquellas actividades que producen mayor satisfacción.
-Da energía extra. La incapacidad para delegar es una de las principales fuentes de estrés en el mundo empresarial. Así que para dirigir eficazmente a otros hay que estar bien con uno mismo, y eso exige cuidarse más para poder luego aplicar de forma correcta las energías al trabajo.
-Permite centrarte en lo importante. Se trata de hacer menos cosas insustanciales y más cosas valiosas. Dedicar mucho tiempo a algo irrelevante no lo convierte en importante. Hay que concentrarse en ser productivo, no en estar ocupado.
-Desarrolla el liderazgo de terceros. Los negocios de alto impacto se basan en el crecimiento y para crecer se necesita desarrollar a otras personas que puedan a su vez liderar a otros. Para ello es clave delegar. Para que un negocio crezca, hay que rodearse de buenos colaboradores, darles cancha y quitarse de en medio.
-Permite ser más creativo. Al delegar se dispone de más tiempo para reflexionar, rediseñar, reajustar y así hacer mejor lo que se hace, buscar la excelencia, desarrollar la innovación y tomar dirección y perspectiva sobre el sentido de nuestras vidas y nuestras empresas.
-Es una forma de reconocimiento. La delegación es una cuestión de respeto y de cuánto valoramos realmente a los que están en nuestro equipo. Es una forma de reconocimiento que genera compromiso, y el compromiso es esencial para que los proyectos salgan adelante. Falta de compromiso es igual a falta de resultados; y compromiso a medias es sinónimo de resultados mediocres.
A modo de conclusión, Alcaide Hernández afirma que quien no sabe delegar, no sabe dirigir: “La autosuficiencia es la enfermedad del fracaso, la ineficacia y la ineficiencia. Solo con otros podemos alcanzar nuestra mejor versión. Solo con otros podemos llegar más lejos”.
Así que es importante para líderes, jefes y gerentes aprovechar plenamente, así como potenciar, el talento de las personas a su cargo para la concreción de objetivos y metas y, por su puesto, para ser más eficaces.
Y como bien se ha dicho: una de las maneras de lograr grandes cosas y hacer grandes negocios es delegar, delegar y delegar.