Al menos 110.000 tailandeses vestidos de negro asisten al funeral del difunto monarca Bhumibol Adulyadej en torno a la plaza de Sanam Luang en Bangkok, mientras que multitudes hacen cola fuera en calles aledañas para intentar entrar.
Vestidos de riguroso luto, los súbditos se postran en el suelo, rezan y lloran al paso de la gran carroza dorada con la urna real que es arrastrada por más de 200 soldados con uniformes tradicionales de color rojo.
En la procesión solemne en torno a Sanam Luang, situada junto al Gran Palacio Real, también intervienen monjes budistas, sacerdotes hindúes, bandas de música y militares con diferentes trajes de gala, con un total de 2.406 participantes.
Todas las calles del casco histórico, un total de 42, se encuentran cerradas al tráfico desde esta madrugada y hay estrictos controles de seguridad para acceder al entorno de la explanada, a la que solo se permite el paso de tailandeses.
Decenas de miles de personas aguardan pacientemente en los controles para alcanzar los alrededores, donde tiene lugar la procesión.
