Las aves necesitan condiciones ambientales favorables para cumplir correctamente sus procesos de crecimiento, es por ello que la humedad y la temperatura son dos factores a los que estos animales son altamente sensibles en épocas de fuerte calor, como la que atraviesa Venezuela en este verano.
Según el médico veterinario del Grupo JHS, Julio Ferreira, tanto pollos de engorde como gallinas ponedoras dejan de comer cuando tienen calor y, por ende, bajan la velocidad de crecimiento y pierden peso. Además, el calor les produce constantes jadeos que desencadenan en alcalosis respiratoria lo que puede producirles infartos, y hasta la muerte.
Cómo para aliviar el calor en las granjas
- Se incorpora el proceso de ósmosis para que el cuerpo de las especies avícolas se mantenga más hidratado.
- Por lo general, las aves tienen más hambre en la mañana y tienden a llenarse de comida, lo que las hace más propensas al estrés por calor en la tarde. Por esto, en temporadas calurosas se les da el alimento cuando las temperaturas máximas descienden, por ejemplo, durante la noche.
- Aumentar la ventilación por aspersión para eliminar el calor de las aves de corral es prioridad. Esta práctica hace que se mojen y se refresquen. En galpones modernos, se usa una cortina de agua, por donde entra el aire caliente y este se enfría al pasar por el líquido.
Ferreira precisó que hay una fórmula que determina bienestar en las aves y es la siguiente: el índice de temperatura y humedad no puede superar el número 100. Por ejemplo, si el porcentaje de humedad es de 60 y los grados de temperatura son 30 no hay problema. El inconveniente es sumar las dos y que pase de 100, porque allí sí habría estrés calórico en los animales.
Las granjas del Grupo JHS están preparadas para garantizar una óptima ventilación a las aves.