Las elecciones primarias en Argentina dejaron al presidente y candidato a la reelección por la coalición Cambiemos, Mauricio Macri, en una situación comprometida de cara al proceso definitivo que se realizará el próximo 27 de octubre.
El mandatario perdió con una diferencia de 15 puntos contra Alberto Fernández, quien conformó una fórmula con la expresidente Cristina Fernández de Kirchner.
Andrés Malamud, politólogo argentino e investigador de la Universidad de Lisboa, dijo a HispanoPost que quizás Macri remonte algo, pero no revertirá el resultado. Subrayó que la situación económica que viven los argentinos en la actualidad fue clave.
Hace cuatro años Macri pidió que lo evaluaran por su capacidad para bajar la inflación y la pobreza. Ambas aumentaron. El electorado respetó su pedido, destacó.
Las políticas de ajuste, constantes alzas de precios, desempleo, altos índices de pobreza, cierre de comercios y caída del consumo, pasaron factura en los comicios que anteceden a la batalla final de octubre por la Casa Rosada. La derrota obligó al gobierno a tomar medidas urgentes e incluso a cambiar al ministro de Economía, Nicolás Dujovne.
Aunado al tema financiero, Malamud explicó que la jugada del kirchnerismo de tener a Cristina Fernández como vicepresidente y no como figura principal tuvo un papel determinante: Cristina impulsó la unidad peronista mediante su repliegue estratégico y la designación de un moderado como candidato presidencial.
Agregó que cuando los peronistas se reparten entre una vereda y la avenida, los no peronistas pueden ganar. Pero si todos los peronistas se suben a la misma vereda, son mayoría.
Sobre el fallo de las encuestas, Malamud hizo alusión a un artículo del doctor en Sociología Daniel Schteingart, donde detalla que mientras que los sondeos a nivel nacional mostraban un escenario de relativa paridad en las elecciones, de los regionales se desprendía una ventaja clara de Alberto Fernández. La situación se debió, según Schteingart, a los métodos de medición que utilizaron las encuestadoras en diferentes partes de Argentina.
Malamud considera que estos resultados confirman que la política argentina se sigue ordenando en torno al eje peronismo-no peronismo. Eso no es ni bueno ni malo, es incorregible. Agregó que la democracia argentina ya camina con sus dos piernas, la peronista y la no peronista, sin caerse. Es hora de que aprenda a arreglar la economía, finalizó.