El comportamiento agresivo en los perros puede incluir gruñidos, ladridos y mordiscos, considerados gestos normales de la comunicación canina, que también es común que ocurran en situaciones no agresivas, como, por ejemplo, durante el juego. Sin embargo, el comportamiento agresivo puede ser excesivo, lo que convierte al perro en una amenaza para la salud tanto de los humanos como de otros animales.
La agresividad puede ser causada por problemas de bienestar, como el dolor crónico. Además, de acuerdo con investigaciones realizadas en la Universidad de Helsinki, el miedo de los perros está asociado con el comportamiento agresivo. En tal sentido, los perros temerosos son muchas veces más propensos a comportarse de forma agresiva.
El estudio también reveló que los perros machos son más agresivos que las hembras, pero la esterilización no influye en ese comportamiento.
Otra de las causas de la agresividad se debe a la variedad de razas. Por ejemplo, el collie de pelo largo, el toy miniatura y mediano y el schnauzer miniatura son algunas de las más agresivas.
Los perros también presentan señales de agresión por defender territorios, por proteger a miembros de la familia, por posesión de sus pertenencias, por miedo o ansiedad, o por competición sexual.
