Bebés de la pandemia: Madres primerizas hablan del desafío de criarlos

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Dahlia Isabel Rodríguez Silva y Emmanuel Alexander Itriago Pérez, tienen nueve meses de nacidos y forman parte de la nueva generación que ha sido bautizada en las redes sociales como “pandemials”. Sus mamás, ambas mujeres venezolanas y primerizas, cuentan cómo ha sido el desafío de criar a su primer hijo en medio de una pandemia, de la cual a casi un año de ser considerada de afectación mundial aún se desconocen cierta información sobre su origen y control.

Se dice que la maternidad cambia la vida de la mujer y en ocasiones de la pareja, más si se trata del primer bebé en llegar al hogar. En el caso de María Iginia Silva y Keymarí Pérez, madres de Dahlia y Emmanuel, respectivamente, les tocó aprender no solo de fórmulas, lactancia exclusiva, destete, cólicos o cambiar un pañal, sino también a agudizar las prácticas de higiene personal, emplear productos de limpieza que podrían ser muy fuertes para los bebés y ser mucho más cuidadosos con quienes se acercaran o tuvieran contacto con los infantes y los padres.

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Dahlia ya está en la etapa en la que debe comenzar a tener contacto con el mundo exterior, con los objetos que están a su alrededor e iniciarse en el arte del gateo para luego dar sus primeros pasos; sin embargo, su madre se confesó temerosa. “Soy maniática con la limpieza, pero teniendo a una bebé todo tiene que estar desinfectado y limpio. Hay etapas de su desarrollo que no ha cumplido, por ejemplo, gatear, porque no quiero ponerla en el piso por todo lo que se dice y no se dice del virus, siento que algo se me puede escapar. Todo lo que sea manipular a la bebé, ultra desinfectado”.

Keymarí reconoció ser un poco más relajada en este particular: “La crianza de Emmanuel ha sido normal, trato que haga cosas acordé a su tiempo. En cuestión de limitaciones no dejo que esté en el suelo a menos que sea el de mi casa y, en la medida de lo posible, siempre estoy al lado de él viendo que no toque cosas que no estén limpias y en buen estado. No lo limito mucho, él siempre está en nuestra casa, gatea y lo dejo jugar en el suelo. Cuando vamos al parque lo cuidamos mucho, igual tratamos de que lleve una crianza normal y haga cosas acordé a su edad”.

Ambas madres admitieron que desde que comenzó la cuarentena no suelen recibir visitas en su hogar, para evitar cualquier eventualidad con sus hijos. “Me da miedo cuando salgo y vuelvo. Trato de protegerme absolutamente todo, de todo y con todo, para no vulnerarla a ella. Este fin de semana tuve contacto con una gente que no tenía tapaboca, y estoy pasando por un período de prueba, sin poder darle un beso a mi hija o dormir cerca de ella, porque tengo dudas de si estas personas estuvieron contagiadas o no”, dijo María Iginia.

“Yo me la paso regañando a toda la gente, pero llega un punto que te fastidia y solo te da por protegerte tú e ir cerrando el círculo. Aquí a mi casa no me vienen a visitar ni mis amigos”, agregó. Incluso, hizo referencia a los protocolos de bioseguridad que aplicó cuando dio a luz: “Por ejemplo, mi papá no fue nunca a la clínica porque está en el rango de las edades comprometidas frente a la pandemia. No recibía visitas de extraños al núcleo familiar”.

Como parte de su rutina de cuidados, María Iginia explicó que ha cumplido a cabalidad con el calendario de vacunas de Dahlia, para brindarle las herramientas necesarias que la ayuden a protegerse de cualquier enfermedad. No obstante, tanto Keymarí como su hijo, quienes hoy viven en Argentina, se han tenido que someter a dos pruebas PCR.

La madre migrante insistió en que la clave está en no entrar en pánico. “Sinceramente nunca le tuve miedo a la COVID-19. Leí mucho sobre los cuidados y siempre en mi casa, tanto mi esposo como yo, entendimos que si bien es un virus mortal, con los cuidados necesarios lo podíamos sobrellevar. Durante toda la pandemia nos han hecho a mí y a mí bebé dos hisopados y ambos dieron negativos. la clave está en no entrar en pánico y seguir los cuidados al pie de la letra”.

Mamá todo terreno

Aunque pareciera que la pandemia podía convertirse en una traba para disfrutar al máximo de su nueva experiencia como madres, no fue así. A pesar de tener que intensificar las jornadas de limpieza, la cuarentena y el aislamiento preventivo dentro de sus hogares les ha permitido compartir más tiempo con sus hijos, algo de lo que tal vez hubiesen tenido que prescindir cuando se les cumpliera el permiso postparto.

“Sin embargo, no he visto la pandemia como algo negativo porque he podido estar con mi bebé. Durante estos nueve meses he podido compartir con ella todo el tiempo posible. El trabajo ha sido interesante porque en lo que me estoy desempeñando actualmente se ha podido desarrollar a través de redes sociales. No tengo que ir hasta el lugar, muy pocas veces tengo que salir. En ese sentido, puedo decir que la pandemia me ha favorecido”, dijo María Iginia.

Keymarí aseguró que más allá de la crisis sanitaria la maternidad le ha dejado grandes enseñanzas. “La pandemia la puedes llevar con cuidados y mucha precaución, pero la maternidad es un constante aprendizaje, no sabes cómo será tu día siguiente. No todos los días son iguales, cambian tus prioridades y pasan tus necesidades a un tercer plano”.

Ella, quien migró con su esposo a Argentina a mediados de 2017, esperaba la visita de su madre Mary Cruz para ayudarla con su primer hijo, pero no pudo viajar, ya que a pocos días de tomar el avión fue decretada la cuarentena por la COVID-19. Hoy, cuando se le pregunta qué ha sido lo más complicado de esta etapa, responde: “Lo más difícil, pero no imposible, es el hecho de estar completamente alejada de la familia. Para mí fue lo más complicado; sin embargo, me apoyé mucho de las redes sociales y grupos de madres por Instagram que hacían que despejara partes de las dudas más comunes cuando se tiene un bebé por primera vez”.

Un reto del que María Iginia se confesó enamorada y entregada: “Creo que sigo siendo igual, soy responsable todos los días y a cada hora de una persona. Eso es una presión impresionante, pero es una decisión que uno toma y la asumo con todo el amor y el cariño del mundo. Es un ser que vino de mí, lo deseaba demasiado- Estoy aquí para, además de cuidarla y protegerla, darle todo el amor entero a ella. Me he proyectado a disfrutar todo momento con ella, espero estarlo haciendo bien”.

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Keissy Bracho
Keissy Bracho
Licenciada en Comunicación Social, mención Periodismo Audiovisual Especializada en Comunicación Política, Opinión Pública, Marketing Político, Gestión de Políticas Públicas. Aprendiendo de Género

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