El Comité Olímpico Internacional (COI) dijo este martes 3 de agosto que está investigando las condiciones en las que Bielorrusia trató de forzar supuestamente a la velocista Krystsina Tsimanouskaya a regresar al país, antes de que la deportista pidiera refugio en Tokio.
Tsimanouskaya pidió protección a la policía del aeropuerto tokiota de Haneda, y se encuentra «en un lugar seguro» y a la espera de viajar desde Japón con destino a Polonia, que le ofreció un visado humanitario, según dijo el portavoz del COI, Mark Adams.
«Hemos hablado dos veces con ella en las últimas horas, y nos ha asegurado que se encuentra bien y en condiciones seguras», dijo Adams.
Tsimanouskaya, quien competía en los Juegos de Tokio, pidió protección a la policía cuando miembros del Comité Olímpico Bielorruso la llevaron hasta allí en contra de su voluntad para embarcarla en un avión de vuelta a su país, según su testimonio, un acto que la propia deportista calificó de «secuestro».
La atleta de 24 años de edad fue trasladada del aeropuerto a la embajada de Polonia en Tokio y está a la espera de tomar un vuelo hacia ese país en las próximas horas, informó la cadena estatal nipona NHK.
Tsimanouskaya se dispone «a empezar una nueva vida» y está recibiendo asistencia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, aseguró Adams.
El gobierno polaco, que mantiene un programa de protección legal y ayuda económica a refugiados políticos bielorrusos, ofreció en la víspera un visado humanitario a la deportista, anunció el viceministro de Exteriores de Polonia, Marcin Przydacz.
Tsimanouskaya, que se ha distinguido por apoyar las protestas contra el régimen de Aleksander Lukashenko y estar en contacto con la disidencia democrática de su país, temía sufrir represalias al regresar a Bielorrusia, según explicó en vídeos y mensajes difundidos por las redes sociales.
Fuente: DW