En Venezuela, a menos de 1 hora de Caracas, existe un pueblo llamado La Colonia Tovar, fundado en 1843 por un grupo de inmigrantes provenientes de Baden (estado independiente que luego pasó a ser parte de Alemania).
En la actualidad se ha convertido en un centro turístico por lo pintoresco de sus edificaciones y las actividades que realizan anualmente, como es el caso del Jokili, el espiritu del carnaval.
Este arlequín danza por las calles y locales comerciales para contagiar a propios y visitantes la alegría de estas fiestas. La figura y sus rituales son una costumbre heredada de la ciudad de Endingen en Alemania, a donde Pablo Dürr, un coloniero, viajó para pedir permiso e implantar la tradición en Venezuela.
El traje Jokili de la Colonia Tovar es un poco diferente al de Endingen. Ambos van de rojo con flecos blancos y azules en los puños, cuello y cintura, pero el Jokili venezolano se le agrega el amarillo para que represente la bandera del país.
En 1976 se realizó el primer desfile y en 1977 la asociación de Jokili en Endingen le regalan una máscara al señor Dürr para que el comience a confeccionarlas para los Jokili venezolanos. Así lo haría hasta su muerte en 2008, cuando su hijo Rocky tomaría esta tradición y se convertiría en el maestro que elabora las máscaras.
Sólo existen dos lugares en el mundo donde se realiza esta tradición, en la Colonia Tovar, Venezuela y en la ciudad de Endingen, Alemania.
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