Nueve integrantes de la familia LeBarón murieron violentamente en México. Ellos formaban parte de una comunidad de ciudadanos estadounidenses asentados en los estados de Chihuahua y Sonora.
Así que la tragedia golpeó nuevamente con fuerza a esa familia LeBarón, luego de que en 2009 Erick LeBarón fuera secuestrado y puesto en libertad por sus captores, tras la familia haberse negado a pagar un millón de dólares por su rescate.
La masacre ocurrió cuando tres mujeres viajaban en sus camionetas con 14 niños y fueron emboscadas por un comando no identificado, en una de las zonas que es controlada por varios grupos adheridos a cárteles del narcotráfico.
La familia se trasladaba en sus vehículos en la localidad de la Mora, en Chihuahua, en el estado de Sonora, cuando fueron atacados con armas de fuego y posteriormente calcinados en un camino ubicado entre ambas ciudades.
Según las declaraciones de Julián LeBarón a varios medios de comunicación, algunos de sus familiares aún se encontraban vivos cuando los delincuentes le prendieron fuego a la camioneta.
Se informó a los familiares que tan solo 8 de los niños habían logrado sobrevivir. Algunos de ellos con heridas de gravedad y otros que salieron ilesos, mientras que el resto de la familia falleció.
Los niños que sobrevivieron fueron rescatados por su tío Julián LeBarón, quien fue alertado por uno de ellos tras esconder al resto de sus hermanos tras un arbusto y caminar hasta su hogar para pedir ayuda.
El embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, informó que cinco menores fueron trasladados a la Unión Americana para su atención médica.
Con información del diario El País