Nadeska Baduel, hija mayor del general Raúl Isaias Baduel, negó que su papá hubiese fallecido a consecuencia de COVID-19, cuando llegó a la morgue de Bello Monte en compañía de su mamá y otros familiares a retirar el cadáver.
Contó que la última vez que vio a su padre fue el 2 de octubre, cuando lo visitaron por 30 minutos. Ese día, narró, él le dijo que “no se iba a prestar para bufonadas ni juegos de la tiranía y que si él quería dejarnos algo sería un legado de dignidad».
«El falleció con las botas puestas”, indicó la joven. “No fue una muerte casual. Murió en manos de ellos. Puedo aseverar que no falleció de COVID», agregó.
Denunció que su padre no recibió atención médica oportuna y que cuando estuvo detenido en “La Tumba”, que es la sede del Sebin en Plaza Venezuela, él les informó que lo habían vacunado contra la COVID-19, pero no le entregaron la constancia.
Fuentes aseguraron que el resultado de la autopsia practicada al cadáver reveló que la muerte del general Baduel se produjo por edema cerebral e infarto al miocardio.
Sus restos fueron trasladados al Cementerio del Este, bajo la custodia de la policía.
La ONU pide investigación sobre este caso
Por otra parte, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (Oacdh) lamentó la muerte en prisión de Baduel y solicitó a las autoridades venezolanas que garanticen una investigación independiente.
La organización Amnistía Internacional también exigió el esclarecimiento de la muerte del militar venezolano y denunció que pasó años detenido en condiciones inhumanas.
Es de resaltar que el caso de la detención de Baduel fue incluido anteriormente en informes de la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, y de la Misión de Determinación de los Hechos.