Decenas de jóvenes se reúnen en el parque Mellat de Teherán para jugar Pokémon Go. Una imagen nada noticiosa de no ser porque Irán se convirtió la semana pasada en el primer país en prohibir oficialmente la aplicación, aduciendo que el juego pone en peligro su seguridad nacional.
Sin embargo, los iraníes se saltan la censura fácilmente con sistemas VPN o ‘proxy’, que posibilitan el uso de la aplicación a través de una IP extranjera.
En Irán, redes sociales como Twitter o Facebook, también están prohibidas.
