Julio Castro, infectólogo e internista, aseguró que de la salud mental se habla poco y es uno de los problemas más graves en la Venezuela actual.
«Yo creo que la salud mental es la hija de la panadera, es de lo que nadie habla. Y yo debo decir, incluso como auto reflexión, que uno de los elementos más importantes, y menos vistos durante la Emergencia Humanitaria Compleja, es el tema de la salud mental«; dijo en una entrevista que le hicieran en la mañana de este jueves en la emisora Unión Radio».
Castro explicó que la salud mental en los venezolanos se ve afectada por la crisis económica, por la migración, por el hecho de no poder conseguir los medicamentos, así como también por la falta de un trabajo estable; y si bien en algún momento -según informó- se habló de tratar de crear «cajas de herramientas» tanto para los que migran como para quienes se quedan; esto a su entender no se alcanzó de manera exitosa.
En su conversación añadió que había matices en las enfermedades mentales: depresión, epilepsia, personas que convulsionan, entre otros; quienes no estarían recibiendo la atención óptima por parte del Estado.
Castro se preguntó por las infraestructuras de salud pública que pueden brindar este tipo de asistencia médica especial a los niños: un servicio de neurología pediátrica; por ejemplo. Cuando esta área, en el Hospital de Niños, estaría «prácticamente desmantelada».
Advirtió que países como Argentina destinan 12% de su Producto Interno Bruto al área de Salud; mientras que ahora Venezuela sólo estaría destinando 5% o 6% del PIB; según la Organización Mundial de la Salud. Un «indicador que ha venido bajando», agregó.
Se preguntó qué tanto se puede hacer si antes se destinaba ese porcentaje a un ingreso calculado en 11.000 dólares; cuando ahora se registra en 6.000 dólares. «Esto genera un impacto», añadió.
Enfermedades tropicales
Castro indicó que Venezuela tiene una luz amarilla internacional por riesgo de polio y alerta por presencia de difteria.
«La única razón porque haya presencia de difteria, polio o sarampión es por falta de vacunación en el país» añadió.
Destacó que en Venezuela antes de la pandemia, ya había problemas con la entrada de vacunas.
El infectólogo resaltó que la malaria está focalizada en el municipio Sifontes, estado Bolívar y está relacionada con la minería.
«A medida que no tengas un estructura, mejores condiciones y medios para la detección temprana, seguirás teniendo malaria» acotó.
También recordó que el país sigue teniendo 53% de desabastecimiento en el sistema de salud público.
El internista insistió en que Venezuela es uno de los únicos países de la región donde los incides de mortalidad vienen aumentando, advirtiendo que el bienestar de un país debe medirse por esto.
«La obesidad es la otra cara de la desnutrición y el poder adquisitivo, eso trae diabetes y otros problemas de salud, hacer dieta y comer la comida adecuada es costoso. Si después de la pandemia no entendimos que estar sano es lo más importante no entendimos la lección» dijo.
Señaló que la gente que tiene acceso a seguros privados es menos de 4% actualmente en Venezuela.
«No hay un solo hospital público en Venezuela que esté capacitado en este momento para detectar hepatitis A» informó.
Fuente: Mundo UR