A una semana de las fiestas navideñas, el gobierno de Nicolás Maduro, realiza movimientos de última hora. El mandatario venezolano no acepta la derrota electoral y habla de un » golpe electora «.No crean que esto se va a quedar así, nosotros vamos a cambiar esta situación y no le vamos a permitir a la derecha que consolide su golpe electoral, no lo vamos a permitir», dijo Maduro a un grupo de trabajadores gubernamentales que se apostaron en Caracas frente al palacio presidencial de Miraflores, en un acto transmitido en señal obligatoria.
Maduro señaló que durante las elecciones se produjeron «casi 1.500.000 de votos nulos que se están investigando» y que en un estado en el que siempre ha ganado el chavismo se emitieron más de 15.000 votos nulos y la candidata oficialista perdió por 82 votos, aunque no especificó el estado donde había ocurrido este hecho.
Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Diosdado Cabello, instaló un Parlamento Comunal Nacional, que funcionará en la misma sede de legislativo, un poder que estará controlado por los opositores desde enero de 2016.
Sin saber cómo legislará este organismo, Cabello resaltó que debe estar compuesto por revolucionarios. «Estos espacios, este salón protocolar, quedan a orden del Parlamento Comunal Nacional. Pueden reunirse los días que quieran, las veces que quieren».»El poder más importante que hay es el poder de las comunas, no hay otra forma de organización», añadió Cabello.
En oficialismo que ha dominado la Asamblea Nacional durante los últimos 15 años, anunció que designará una docena de magistrados que se integraran al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y esto ocurrirá antes del 5 de enero, día en que la oposición, por primera vez en tres quinquenios, asuma el control y la directiva del órgano legislador.