La diseñadora Carmela Osorio Lugo volvió para «echarle una manito» a ese talento venezolano que desea abrirse camino en la moda

Dice la Biblia que “nadie es profeta en su tierra”. Hoy en día, con más de siete millones de venezolanos fuera de su país natal, son muchos los “profetas” haciendo historia a lo largo y ancho del mundo. Y este es el caso de la venezolana Carmela Osorio Lugo, diseñadora de modas, quien después de cuatro años sin pisar Venezuela, volvió al país para ayudar a todos los interesados en emerger en el mundo de la moda, a través de sus propias vivencias y conocimientos.

“Estoy súper feliz de estar de vuelta en mi país, compartiendo con mi gente y trayendo un poco de eso que he aprendido a lo largo de mis diez años de carrera con Ralph Lauren, con Calvin Klein y poniendo junto a todo ese talento que hay venezolano, crecer juntos y formarlos a través de Creatives in Craft”, señaló

Detalló que Creatives in Craft es un proyecto que comparte con su socia española: “Es la nueva empresa que tenemos de consultoría para marcas emergentes y también talleres para muchos talentos que veo que hay acá en Venezuela y que espero poder echarles una manito y acompañarlos en ese camino creativo. Esta vez vine con un proyecto súper especial, que es parte de la nueva empresa que tengo junto a mi socia, Inés Sáenz, una española magnifica, que es mi art director”.

La diseñadora agregó que a través de Creatives in Craft puede actuar de dos maneras, con el fin de poder ayudar a más amantes de la moda. “Aquí tenemos dos canales de negocios. Uno, donde ayudamos a empresas y marcas venezolanas -justo tengo reuniones con bastante diseñadoras emergentes y diseñadoras que están establecidas en el país- y el otro canal que son los talleres online que ofrezco y que se llaman Pa’lante”.

Osorio Lugo reconoció que muchas veces es más fácil cuando se conoce de mano de un tercero cómo es el camino que tenemos pensado transitar. “Más que nada quiero invitarlos a esta comunidad y a esta familia creativa que estamos construyendo, porque la idea es no solo formar estudiantes, sino formar a todas aquellas personas que, en verdad, tengan las ganas de mostrar su talento a través de nosotros y poder nosotros potenciarlos y hacer lo que nosotros llamamos las 3P, que es: echar pa’lante, encontrar su pasión y luego su propósito”.

Explicó que su taller en línea es un taller para todos los rangos. «Tanto para aquel que está estudiando en el exterior, como para aquel que no puede salir al exterior por falta de recursos, como para aquel que tiene su empresa, pero está un poco perdido. Es un taller en donde facilitamos todas aquellas enseñanzas y aprendizajes que yo, a lo largo de mis 12 años de carrera, he aprendido y que en verdad no se aprende en un salón de clases”.

Migrar y hacer país

Osorio Lugo confesó que volver a su país fue como cumplir un sueño: “Yo estoy súper nostálgica desde el momento que salí de Madrid, en el avión, hasta el momento que aterricé porque decía: No puede ser que después de tanto tiempo por fin voy a poder ir a Venezuela. Me pasó todo el tema de muchos inmigrantes venezolanos que estamos en el exterior y por temas de trámites y pasaportes no hemos podido regresar; sin embargo, desde afuera siempre he querido hacer país y construir país”.

La diseñadora prosiguió su relato: “Creo que nunca he dejado de ser venezolana, llevo mis raíces a todos lados a donde voy y he tratado de hacer todos los emprendimientos que he llevado a cabo. También han tenido como un propósito de poder enseñar y poder dar de vuelta a mi país, que me lo ha dado todo”.

Con una actitud muy positiva, dijo que en su carrera los errores la ayudaron a salir adelante. “Yo tuve, gracias a Dios, la fortuna de tener una beca y de ir becada a una de las mejores universidades de Estados Unidos. Y, con propiedad, te puedo decir que aprendí muchísimo, pero las cosas que de verdad me han formado a mí de forma profesional, las aprendí en Calvin Klein, en Ralph Lauren, en pasar trabajo, en todos los errores que cometí, porque de los errores uno aprende y por fin abro esa otra cara que no se ve en el mundo de la moda, que es la cara auténtica de decir: Tienes que cometer errores para aprender”.

Es de la opinión que “ienes que caerte para volver a levantarte, tienes que aprender a trabajar en equipo, no puedes ser competitivo en todo. Todos estos tips que yo he ido aprendiendo a lo largo de mi carrera los comparto en el taller con gente de todas partes del mundo. La vida del inmigrante es difícil. Inclusive explicarla, porque al final te toca. Al final el inmigrante lo hace porque no tiene otra alternativa sino salir y formarse”.

Insistió en que su intención es ayudar a los demás a lograr sus sueños; así como, ella pudo hacerlo. “Creo que esas experiencias y por eso el workshop se llama Echar pa’lante, que no puedes echar pa’atrás. Aquí es pa’lante porque pa’atrás ni para coger impulso. Es lo que te va formando un poco como persona y como profesional; y entiendes que esas experiencias son las que al final quieres compartir con tu gente y con gente que también estuvo en la situación que tú estás. O gente que al final no pudo inmigrar por situaciones económicas, pero también decirles que hay muchas alternativas. Si a mí me tocó duro salir adelante, aquí estoy yo para darte la mano y crear ese sentido de comunidad que hace falta en la industria de la moda”.