Aunque para algunos parece una excentricidad, otros lo ven como una muestra de sensatez. Lo cierto es que la heredera al trono de Holanda, la princesa Catharina-Amalia, decidió que por los próximos años no recibirá su dote.
La cifra es de 1,9 millones de dólares al año, entre su sueldo y sus gastos de representación, a la que tiene derecho una vez que cumpla 18 años de edad el 7 de diciembre próximo, según reportó el diario El Vocero.
El medio asegura que Amalia, como la llaman sus padres, «envió recientemente una carta escrita a mano al primer ministro holandés, Mark Rutte, para informarle sobre su decisión». La cantidad le seguirá siendo depositada en su cuenta.
No obstante, ella aseguró que mientras estudie en la universidad no piensa tocar ese dinero, «a menos de que surjan gastos imprevistos» ligados a su actividad como futura heredera.
Catharina-Amalia es la hija mayor de la argentina Maxima Zorreguieta y del rey Willem-Alexander de Dinamarca. Además, habla español.