La primera ministra británica, Liz Truss, compareció ante el número 10 de Downing Street para anunciar su dimisión tras no haber podido «cumplir con su mandato», informa La Vanguardia.
Esta decisión, que ya se la comunicó comunicado al rey Carlos III, se produce un día después de que asegurara ante los Comunes que era una «luchadora» y que no pensaba dejar el cargo a pesar de haberse visto forzada a prescindir de la práctica totalidad de su programa económico y de gobierno.
Antes de esta declaración, Truss se había reunido este jueves con el jefe del grupo de diputados conservadores sin cartera, Graham Brady, responsable de organizar las mociones de censura interna y las elecciones de nuevos líderes.
Según confirmó Downing Street a medios británicos, Brady, que preside el llamado Comité 1922, habló con la primera ministra a petición de esta última, en un momento en que la rebelión de los «tories» ha llevado a Truss al borde de la renuncia.
Al menos trece diputados del partido gobernante, de acuerdo con La Vanguradia, confirmaron en los medios de comunicación y las redes sociales que no confían en la jefa del Gobierno, que ha perdido autoridad tras haber tenido que anular la práctica totalidad de su proyecto político y económico por el caos sembrado en los mercados financieros.
Fuente: La Vanguardia