La toma de Caracas que había
prometido el chavismo, se convirtió en una concentración que apenas ocupó 10%
de la avenida Baralt, una estrecha calle de cuatro canales de la capital
venezolana.
Las principales calles y avenidas
de la ciudad, usualmente transitadas por peatones y vehículos, se vieron
desoladas este jueves 10 de enero, día de la juramentación de Nicolás Maduro
ante el Tribunal Supremo de Justicia.
A diferencia de las históricas
movilizaciones del chavismo en sus inicios, con largas filas de autobuses
provenientes desde el interior de Venezuela hacia Caracas, este 10 de enero las
vías de acceso a la capital amanecieron totalmente libres y sin puntos
policiales de control. En el oeste de la capital, un grupo no mayor a 50
personas caminaba desde la avenida Libertador hasta el Tribunal Supremo de
Justicia para asistir a la toma de posesión de Maduro.
Las principales calles y
autopistas estaban forradas de propaganda con el mensaje yo soy Presidente,
al tiempo que en el este de Caracas contrastaba una pancarta en la que se podía
leer Maduro usurpador.
Las zonas populares de Caracas se
encontraban con muy poca gente en sus calles. En la parroquia El Valle los
ciudadanos hacían colas para comprar pan o algún otro producto de primera
necesidad.
La avenida Sucre de Catia se
encontraba con fuerte presencia de efectivos policiales, y aunque es una zona
que se encuentra muy cerca del palacio presidencial, la toma de Caracas no se
evidenció en esta localidad.
Por seis años más juró Maduro en
el poder pese al desconocimiento de la comunidad internacional y la oposición
venezolana, sus seguidores confían en que al final de este período se
consolidará el modelo revolucionario.
Se quedaron esperando
Con la esperanza de ver a su
líder, simpatizantes del Gobierno y funcionarios públicos se concentraron desde
temprano en las afueras del Tribunal Supremo de Justicia para manifestar su
apoyo a Nicolás Maduro, pero ese momento nunca llegó.
Al culminar el acto, anunciaron
que éste hablaría desde la tarima, pero sólo saludó con su mano desde el carro
presidencial.
Juramentación ante el Poder Judicial
En un acto inédito, Maduro tomó
posesión de su cargo tras ser juramentado por el presidente del Tribunal
Supremo de Justicia (TSJ), Maikel Moreno. El magistrado justificó el acto sobre
la base del artículo 231 de la Carta Magna y recordó que el gobernante no
acudió a la plenaria de la Asamblea Nacional (AN) porque esta institución está
en desacato.
El mandatario venezolano, quien
fue reelecto en unos polémicos comicios, le salió al paso a las acusaciones de
usurpación de poder e ilegitimidad, como ha denunciado la oposición y la
comunidad internacional. Yo soy un presidente demócrata, de verdad, exclamó
en presencia de los togados del Poder Judicial e invitados internacionales de
94 países.
Oposición llama a cabildo abierto
El presidente de la Asamblea
Nacional (AN), diputado Juan Guaidó, ratificó la inconstitucionalidad del acto
de Maduro y precisó que la legitimidad la da el voto.
Anunció la celebración de un
cabildo abierto este viernes, a partir de las 11:00 am en la sede de del
Programa de las Naciones Unidas (PNUD) capítulo Venezuela, donde presentará la
ruta a seguir tras la juramentación del gobernante.
Flanqueado por el primer
vicepresidente de la cámara, Édgar Zambrano, y el segundo vicepresidente,
Stalin González, dijo que el Poder Legislativo nacional está en emergencia.
Agregó que los legisladores harán
valer el voto depositado por los ciudadanos, pero requieren la participación
activa de los venezolanos.
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