La ONG ambientalista Provita reporta que, por tercer año consecutivo, más de 200 pichones de la Cotorra Margariteña (Amazona barbadensis) alzaron vuelo en la temporada 2023.
La pérdida de hábitat y la caza ilegal para el comercio de mascotas han impactado gravemente al ave regional del estado Nueva Esparta, colocándola en la lista de especies en peligro de extinción.
Jesús Aranguren, analista de incremento poblacional del Programa de Conservación de la Cotorra Margariteña, liderado por Provita, resaltó una curiosidad: “Este año registramos un nido con siete huevos, cuando lo general es que pongan entre uno y cinco. Lo más interesante es que todos eclosionaron y se convirtieron en volantones.”
Comentó también que luego de analizar el nido se determinó que pertenecía a tres padres, posiblemente dos madres y un padre. Estos héroes emplumados lograron criar siete pichones a pesar de la poca disponibilidad de alimento y las altas temperaturas de la zona.
El Programa de Conservación de la Cotorra Margariteña abarca diversas áreas como: la construcción de nidos artificiales, el monitoreo constante de las crías, la vigilancia de los pichones hasta que alzan su primer vuelo, la generación de campañas de concientización sobre la conservación de la especie, la incorporación de los ecoguardianes y la protección del bosque seco, ecosistema donde la cotorra se desenvuelve.
Además, Provita ha trabajado en estrecha colaboración con las comunidades locales, expertos en vida silvestre y autoridades para asegurar un ambiente seguro para estas pequeñas aves en sus primeros vuelos.
En los últimos 3 años la población de cotorras en la península ha conseguido estabilizarse entre los 1950 y 2100, lo que es un gran logro para esta especie.
La organización destaca el apoyo de otros entes como Loro Parque Fundación y World Land Trust que han financiado el desarrollo de este proyecto.
Nota de prensa
Foto: Vivek Menon