El papa Francisco utilizó este jueves el medio de transporte público más característico de Cracovia -y el más ecológico- para llegar a la gran explanada de Blonia, donde se encontraría con miles de jóvenes que participan en la Jornada Mundial de la Juventud.
Al recorrer los pocos kilómetros que separan el arzobispado, donde se aloja, y el parque Jordán, Francisco se convirtió en el primer pontífice que sube a un tranvía.
El «Krakowiak» había sido engalanado con los colores de la bandera del vaticano, amarillo, blanco y el escudo papal.
Antes de subir al tranvía el alcalde de Cracovia, Jacek Krupa, le entregó las llaves de la ciudad y con otras autoridades subió para el pequeño paseo. En el vagón del papa se encontraban 15 jóvenes con minusvalías, que le acompañaron durante el trayecto y a quienes saludo uno a uno.
