El presidente de Colombia, Gustavo Petro, indicó la tarde del martes 1° de octubre que México -ahora bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum- se mantendrá al margen de las gestiones que adelanta su país junto a Brasil para encontrar salidas a la crisis política que atraviesa Venezuela, tras los resultados de las elecciones presidenciales del 28 julio que dieron como ganador a Nicolás Maduro.
Al ser abordado por la prensa sobre el papel del gobierno mexicano en las negociaciones con la administración de Maduro, Petro aseguró que México podría «apartarse de la discusión» sobre Venezuela y «mantener su postura de no intervención en ningún asunto».
Antes de su encuentro con Sheinbaum, Petro había manifestado reiteradamente su deseo de que México tuviera un rol más activo en la situación venezolana como lo había hecho el expresidente Andrés Manuel López Obrador, aunque semanas antes de entregar el poder, se había desvinculado de las gestiones.