Rishi Sunak, un británico de 42 años de edad e hijo de inmigrantes indios, se dispone a convertirse en el nuevo primer ministro del Reino Unido. El quinto conservador en seis años que ocupa ese puesto.
El exministro de Economía fue elegido -con un apoyo abrumador- por la dirección y el grupo parlamentario del Partido Conservador, sin necesidad de una última votación entre los militantes y tras la retirada a última hora de la portavoz parlamentaria Penny Mordaunt, que tuvo graves dificultades para llegar al mínimo de cien diputados para poder seguir compitiendo.
Sunak logra así -reseña el mundo de España- su desquite personal tras haber quedado segundo el pasado verano en el primer concurso ‘tory’ frente a Liz Truss, en el que participaron más de 160.000 militantes del partido.
Su nombramiento reviste de gran trascendencia históricas, al margen de la ideología del vencedor o del método con el que ha alcanzado Downing Street. “Casi 75 años después de que, una medianoche, el Reino Unido abandonara definitivamente la India y dejara detrás un país dividido por la violencia sectaria y marcado por casi dos siglos de colonización, un hombre de familia hindú va a ser el nuevo primer ministro”, advierte El País de España.
Sunak es, evidentemente, el primero en restar importancia a su origen étnico. Igual que otros conservadores cuyas familias abandonaron un día el subcontinente indio, como Sajid Javid, Priti Patel o Suella Braverman, prefiere que sean sus ideas o sus acciones las que prevalezcan en la percepción de la ciudadanía.
El País añade que en su breve discurso ante los diputados conservadores reunidos en el Comité 1922, una vez proclamada su victoria, Sunak se refirió a la “amenaza existencial” que sobrevuela su partido. Deberán mantenerse unidos y ser honestos con los electores, les ha dicho, para explicarles las duras decisiones económicas que se avecinan.
Sunak tomará posesión previsiblemente el martes, cuando se producirá el relevo con las audiencias de rigor en Buckingham. El rey Carlos viajará desde la residencia de Sandringham, donde se encontraba estos días, para aceptar formalmente la dimisión de Liz Truss y encargar la formación de Gobierno a su sucesor, que se convertirá en su segundo primer ministro en sus seis semanas de reinado, explica El Mundo.
Por su parte, el líder de la oposición laborista, Keir Starmer, con una ventaja de más de 30 puntos en las encuestas tras el fiasco de Liz Truss, recalcó que Sunak no ha sido elegido democráticamente y reiteró la petición de unas elecciones anticipadas para «acabar con el caos de los ‘tories».
Con información de El Mundo.es y El País de España