Todo iba bien hasta que, cuando tenía una hora sobre el escenario, Samo tuvo que parar su show. El público no se dio cuenta de que algo sucedía en la tarima, pero sí. Se había quedado sin electricidad.
Aún así, los músicos de la Orquesta Sinfónica Venezuela, los bailarines y los miembros de su banda continuaban en lo suyo, como si nada. Él, no obstante, de espaldas al público, animaba a que siguiera el coro. Y así pasó hasta que concluyó la canción.
Al ver que el problema no se solventaba, Samo dijo al público (sin sonido) que iba «a pagar la luz» y volvía. Así, el telón de la Ríos Reyna se cerró y se dio un intermedio.
Al regreso, Samo bromeó sobre el momento. «Primera vez que me pasa un apagón. Y yo dije: ‘Que se fue la luz, pues esperamos», dijo ante la ovación del público. Un momento de simpatía que se repitió durante todo el concierto.
A la salida del mismo, Gustavo Arreaza, presidente del Teresa Carreño, informó que el percance eléctrico se debió a que «una de las plantas que puso la productora se quemó. Y eso produjo un bajón que apagó la luz del escenario. El personal técnico del teatro solventó el inconveniente rápidamente».
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El espectáculo lo comenzó con «Venezuela», acompañado por un video donde no solo se vieron pasajes, sino personajes como Alicia Machado, el maestro José Antonio Abreu y Yulimar Rojas, entre otros.
A partir de ahí, la OSV lo acompañó no solo en temas propios, sino también en icónicos de Camila como «Mientes» o «Coleccionista de canciones». También hizo versiones de temas como «Adoro», de Armando Manzanero; «Ay amor», de Juan Luis Guerra y «Déjame llorar», de Ricardo Montaner.
Ya sobrepuesto a la falta de electricidad en el escenario, Samo recibió a Diego Rojas, el vocalista de Guaco, para cantar «Solo tú». Así se despidió, sin cantar la tradicional «otra». Algo que, raramente, tampoco le pidieron.