En el argot popular venezolano se le llama mocho a la persona que tiene amputada alguna extremidad de su cuerpo. El Super Mocho de la Panamericana, es un hombre que se gana la vida ejecutando piruetas en la carretera que conduce a una de las ciudades satélite de Caracas.
Ataviado con un traje de fabricación artesanal hecho con retazos de colores vivos, el Mexicano como también se le conoce- espera con mucha cautela el cambio de luces del semáforo y calcula con perfección el tiempo que demora la luz roja.
Sin perder un segundo, se lanza sobre el separador de ambas vías al grito de ¡jum! y con sus dos muletas como armas de batalla, se para de cabeza para mostrar su sola pierna que apunta al cielo. Así lleva quince años.