La aerolínea colombiana Wingo espera incorporar en mediano plazo la ruta directa Colombia-Margarita, con fines turísticos para que los ciudadanos del país vecino empiecen a considerar como alternativa la isla venezolana.
«Nos llevamos esa tarea, de analizar específicamente las posibilidades de establecer una conexión directa entre Colombia y Margarita. Ahí lo que faltaría, de nuevo, son los permisos y lo más importante es que ya vamos a empezar a trabajar”, sostuvo Andrés Franco, gerente de Comunicaciones de Wingo.
Aseguró que fue uno de los compromisos que Wingo asumió con Venetur y con las otras entidades: “Tratar de que Venezuela haga un ejercicio mucho más potente y representativo de difusión de Venezuela como mercado turístico en Colombia»,
En el corto plazo, la aerolínea colombiana tiene en sus planes ampliar su hoja de ruta con conexiones a Medellín, Barranquilla, Valencia y Maracaibo.
-Wingo opera la ruta Bogotá-Caracas-Bogotá desde el pasado 25 de julio. ¿Desde esa fecha hasta el presente, a nivel financiero cuál ha sido el resultado que han obtenido?
-Hay un punto que es importante y es que nosotros, por ser parte de Copa Holdings y Copa Holdings, es una compañía que está alistada en la bolsa. No compartimos información financiera fragmentada, sino solamente trimestre por trimestre.
Pero de la ruta particular Bogotá-Caracas-Bogotá, lo que sí te puedo decir son dos cosas. Primero, tenemos una proyección de transportar 50.000 pasajeros en 12 meses. Desde el 25 de julio, que fue justamente cuando empezamos operaciones, hasta finales de octubre ya hemos transportado 12.000 personas, si incluimos ambos trayectos.
Esas 12.000 personas, específicamente para la capacidad de la ruta, que son 186 sillas por trayecto, estamos hablando que nuestros factores de ocupación están oscilando entre 75% y 80%, lo cual es un factor de ocupación bastante saludable en términos de industria aérea que refleja el buen desempeño de la ruta. Hay una demanda que está clara en esta ruta al conectar a dos capitales de dos países que tradicionalmente han tenido una conexión geográfica, económica y cultural.
-La expectativa de crecimiento de Wingo es movilizar 50.000 pasajeros en 12 meses, particularmente, entre Bogotá y Caracas, pero ¿desde el 25 de julio hasta la presente fecha cuántos boletos han logrado vender desde Colombia y desde Venezuela?
-La distribución específica de cuántos en Colombia y cuántos en Venezuela está prácticamente igual a igual. Hemos tenido unos niveles de factor de ocupación un poco más altos en el trayecto Bogotá-Caracas, que en el Caracas-Bogota. Pero son diferencias porcentuales que no son representativas.
Prácticamente esos 12.000 boletos podemos expresar que 6.000 corresponden en la ruta Bogotá-Caracas y 6.000 corresponden en la ruta Caracas-Bogotá. Esto con un asterisco importante y es que esa información es al cierre de octubre.
Ahí no estamos contando los días de operación que hemos tenido en noviembre. Si nosotros nos sostenemos en la operación como hoy la tenemos; es decir, tres frecuencias a la semana, estamos estimando en transportar aproximadamente unos 50.000 pasajeros, lo cual también se reflejaría en función de mitades iguales, porque el comportamiento de ocupación es bastante similar en ambos trayectos. Eso quiere decir que transportaríamos 25.000 pasajeros entre Bogotá y Caracas y 25.000 pasajeros entre Caracas y Bogotá.
Las operaciones aéreas entre Colombia y Venezuela están centralizadas o definidas por algo que se denomina como la «hoja de ruta» establecida entre las autoridades aeronáuticas de ambos países: el INAC de Venezuela y la aeronáutica civil de Colombia. Esa hoja de ruta lo que establece es que los permisos para poder opera, de las diferentes aerolíneas se van a estar dando de manera paulatina y, sobre todo, de manera recíproca.
Eso quiere decir que, si se activa una aerolínea colombiana, se activa una aerolínea venezolana y si activa una aerolínea venezolana, se activa una aerolínea colombiana, que así es como está hoy por hoy. Dos aerolíneas colombianas que son Wingo y LATAM, en remplazo de Satena -que se salió hace un par de semanas- y por parte de Venezuela están Turpial y Laser.
Lo que nosotros creemos es que en las próximas semanas se nos van a habilitar a todas las aerolíneas que en este momento estamos operando entre Colombia y Venezuela una la cuarta frecuencia semanal y si efectivamente se nos autoriza esa cuarta frecuencia, esa proyección de pasajeros anuales se incrementaría aproximadamente en 30%.
-Dentro de esta perspectiva de crecimiento, ¿cuáles son ciudades de Colombia y Venezuela que Wingo espera conectar y dentro de qué tiempo?
-En este momento tenemos cuatro rutas que están en la mira. Son conectar Caracas con Medellín y Barranquilla, porque hemos identificado que una parte importante de la migración de Venezuela se está concentrando en esas dos ciudades, además de Cúcuta y Bogotá.
Venezuela tiene, aproximadamente, 7,3 millones de migrantes en todo el mundo y de ese total, el 40% de la migración venezolana está centralizado particularmente en Colombia y en Colombia tiene diferentes centros urbanos, pero los venezolanos se han aceptado principalmente en Bogotá y Cúcuta por su cercanía geográfica, que está la frontera con Táchira y Medellín y Barranquilla.
Esas dos últimas ciudades, las queremos conectar con Caracas, pero también queremos ofrecer conexión directa entre Bogotá y otras dos ciudades muy importantes en Venezuela para nosotros por su histórica corte empresarial e industrial, porque hay un movimiento económico que es interesante y que cada vez se recupera más, como lo son Valencia y Maracay.
Esas cuatro rutas, en particular, están en planes de la aerolínea. Las queremos operar y ya se lo hemos expresado a las diferentes autoridades aeronáuticas. Lo que faltaría para que eso pueda ser posible son los permisos. Que ambas autoridades aeronáuticas efectivamente nos permitan operar y nos permitan tener los permisos correspondientes para poder volar.
Ahora, eso en el corto plazo desde el plano operativo que hemos diseñado. Pero hacia el mediano plazo, producto justamente de las visitas que tuvimos la semana pasada a Caracas -que estuvimos reunidos con diferentes entidades e instituciones como el Ministerio de Turismo, específicamente con Venetur, estuvimos con Avavit y estuvimos con Cavecol- surgió la intención de incorporar a Margarita en una red de rutas hacia un mediano plazo.
Nos llevamos esa tarea, de analizar específicamente las posibilidades de establecer una conexión directa entre Colombia y Margarita. Ahí lo que faltaría, de nuevo, son los permisos. Y lo más importante es que ya vamos a empezar a trabajar y justamente fue uno de los compromisos que asumimos con Venetur y con las otras entidades. Es tratar de que Venezuela haga un ejercicio mucho más potente y representativo de difusión de Venezuela como mercado turístico en Colombia.
Nosotros los colombianos no concebimos a Margarita como una alternativa turística, siempre optamos por Punta Cana, Aruba, Cancún. Por otros destinos del Caribe.
Lo que definitivamente hace falta y deberíamos empezar a hacer -Wingo como un actor fundamental en ese ejercicio de promoción- es que los colombianos empiecen a considerar a Margarita como una alternativa de destino para sus vacaciones. Para que eso suceda hay que hacer un ejercicio bastante potente de promoción de destino, de proyección de sillas, pero sobre todo de promocionar bastante a Venezuela y Margarita como destino turístico.
-Wingo estableció un acuerdo con la aerolínea Satena, con el objetivo de proteger a los pasajeros durante octubre, noviembre y diciembre que deseen visitar tanto Colombia como Venezuela. ¿Cómo avanza este acuerdo y cuántos pasajeros esperan movilizar?
-Ahí es importante establecer que efectivamente ese plan se definió producto de la decisión de Satena de cesar operaciones en la ruta Bogotá-Caracas-Bogotá. Esa decisión la tomó Satena el pasado 17 de octubre. Nosotros lo que vamos a hacer es cobijarles a aquellos pasajeros que tenían ya reservado en los meses de octubre, noviembre y diciembre.
En este momento, no tengo la cifra clara de cuántos pasajeros Satena vendió, pero lo que queremos hacer es poner la capacidad de nuestros aviones, que es una capacidad mucho más robusta, son 186 sillas por trayecto, para que esos pasajeros que adquirieron su boleto con Satena tengan una alternativa de recuperar sus planes de viaje.
Entiendo la decisión de Satena de salirse de la ruta. Cualquier aerolínea puede tomar la decisión de suspender cualquier ruta por equis motivo, pero lo importante es garantizarle una alternativa de protección con otra compañía aérea y eso fue lo que hizo Satena con nosotros.
Así que quien tenga algún vuelo con Satena posterior al 17 de octubre, que fue la última fecha que ellos operaron, pueden acercarse a los canales de contacto con Satena para que Satena, a su vez, nos haga la solicitud de transferencia a nosotros y así poder retomar sus planes de viajes.
-¿Cuáles son las tarifas de Wingo para los pasajeros venezolanos y colombianos?
-Las tarifas que nosotros tenemos en este momento en ambas rutas, tanto en Bogotá-Caracas como en Caracas-Bogotá, empiezan en los 167 dólares por trayecto.
Eso incluye todos los impuestos y una maleta en bodega de 20 kilos porque así lo establece la regulación venezolana. Son 167 por trayecto los días martes, jueves y sábado. Las personas interesadas en adquirir justamente los boletos con nosotros deben acceder a Wingo.com.
Hay un punto que es importante y es que nosotros extendimos nuestra operación hasta marzo de 2024. Eso se activó hace aproximadamente unas tres semanas. Teníamos los vuelos publicados hasta noviembre de este año y hace casi un mes, aproximadamente, optamos por expandir nuestro itinerario con 122 vuelos adicionales hasta marzo de 2024.
Con eso, ya las personas pueden hacer la planificación de sus vuelos en temporada. En una temporada bastante alta como son las fechas de diciembre y enero.
-¿Qué interés comercial tiene para Wingo una plaza como Venezuela? ¿Qué expectativas tienen a corto, mediano y largo plazo con este país?
-Venezuela, para nosotros, siempre ha sido una plaza muy relevante y Wingo fue la última aerolínea colombiana en tener operaciones directas entre Bogotá y Caracas porque siempre creímos en las necesidades de tener una conexión entre ambas capitales.
Es natural la necesidad de conexión por negocios, por turismo, por visitar familias, por asuntos migratorios. Antes eran miles o millones de colombianos en Venezuela, ahora son millones los venezolanos en Colombia y, en ese sentido, se hace necesaria tener una conexión aérea de manera directa y una infraestructura correcta con los vuelos que satisfaga esa demanda.
Cerramos las operaciones en marzo de 2020 por la pandemia, pero fuimos la última aerolínea colombiana en prestar operaciones y si la pandemia no hubiera sucedido, nosotros no nos hubiéramos salido de esa ruta. Esa ruta fue la última que activamos, el 25 de julio de este año, por temas de permisos. Teníamos plena intención de retomar el trayecto lo más pronto posible.
El año pasado, en septiembre- octubre, cuando se reiniciaron las relaciones comerciales entre ambos países, fuimos los primeros en levantar la mano y decir: ‘Nosotros estamos interesados en ser un actor fundamental’. Lo hacemos porque creemos que es completamente necesario que exista una conexión directa entre ambos territorios por toda la historia que nos arropa, nos rodea, nos representa y nos identifica, como lo es el intercambio cultural, de turismo, comercial, de negocios y el familiar. Así que tenemos plena disposición e intención de servir cada vez más en Venezuela.
En planes de corto plazo, aumentar la ruta Bogotá-Caracas con una mayor cantidad de frecuencias a la semana. Y en el mediano plazo lanzar estas cuatro rutas que ya te mencioné y considerar también la posibilidad de ofrecerle una conexión directa desde Colombia a Margarita, que es el principal destino turístico que ofrece Venezuela hoy por hoy.